martes, 31 de agosto de 2010

El "Honor Rally" y la importancia de la historia

En Usa se sigue hablando del “Honor rally”, que tuvo lugar en Washington el pasado sábado. Y curiosamente, la historia, tema que nos ha tenido ocupados estos últimos días, juega su papel en los comentarios provocados por esa asamblea del Tea Party. La historia o la ignorancia de ella.

La prensa progresista estadounidense trata de restarle importancia al asunto, pero de tanto hablar en contra del rally, le están brindando una magnifica publicidad gratuita. Los medios insisten en decir que menos de cien mil personas se presentaron a ese mitin, pero las fotos muestran una muchedumbre que, así a simple vista, supera esa cifra. Inclusive, la cadena NBC, que siempre está al borde del radicalismo “progre”, habla de 300.000 asistentes.

Otros medios hacen hincapié en la ausencia de violencia y racismo de una congregación que esperaban terminara en disturbios como si se tratara de una reunión de miembros del Klan borrachos. Es como si los desilusionara que no se hubieran agarrado a botellazo limpio con el otro rally que conmemoraba también el discurso histórico de Martin Luther King.

Cuando se le preguntó a Obama, que andaba pavoneándose por New Orleans, que opinaba del "Honor rally", con displicencia hawaiana, el Presidente contestó que no le sorprendía ya que “este tipo de cosas” era común en “nuestra historia”. ¿A qué “tipo de cosas” o qué momento de “nuestra historia” se refiere Mr. President?

Obama, que durante la campaña fuera tan parlanchín y elocuente, hoy prefiere ser parco y ambiguo, perdiendo así grandes oportunidades de propinarle un buen golpe a sus contrarios. . Por ejemplo, pudo muy bien comparar al Tea Party con el Kow-Nothing Party decimonónico, o con el German American Bund, o los Silver Shirts, u otros movimientos fascistas surgidos en medio de la incertidumbre de la Depresión. No es que se parezcan, pero sería una buena maniobra para desprestigiar al contrario. Pero Obama a veces me da pena. Me dan ganas de soplarle las respuestas que a sus bien pagados asesores no se les ocurren. Pero ninguno de ellos sabe historia, o ninguno de ellos conoce el valor de la historia.

Más grotesco fue el columnista Joe Klein que intentó mofarse del rally situándolo en un marco histórico definido. Se fue por las ramas y terminó comparándolo con la histeria anti-alemana de la Primera Guerra Mundial y los campos de internamiento japoneses de la Segunda (¿??). Primer argumento en contra de su pobre intento de establecer paralelos históricos. La cara visible del TP no anda apedreando alemanes ni internando japoneses. De hecho, ni apedrea ni interna a nadie y en ninguno de sus discursos habla de apedrear ni internar a nadie, ni siquiera a Obama.

Segundo, como Glenn Beck explicó, tanto la histeria racial de 1917 como Manzanar y otros campos de internamiento, se dieron durante los gobiernos Demócratas y progresistas de W. Wilson y FDR. ¡Vuelvan a la escuela y tomen un curso de historia!

En cambio, el ladino Gobernador Howard Dean si supo lo que hacía al comparar a Glenn Beck con el Padre Coughlin quizás aludiendo al énfasis “teocrático” del “honor rally” que preocupa hasta a los Republicanos. Aunque el rally contó con la presencia de sacerdotes, rabinos, pastores y hasta imanes, tanto hablar de D-s puede asustar a los ateos, cuyos derechos (y votos) son tan importantes como los de otras denominaciones.

Lamentablemente, yo no veo mucha similitud entre Beck ni ningún “Teapartiano” con Coughlin, un curita muy vocifero y muy antisemita, que durante la Depresión agitaba desde la radio  contra la influencia de los judíos con unos iracundos discursos peores que los de Goebbels. Hasta diseñó unos bastoncitos para ir a darles palo a los judíos.

El Father Coughlin viene muy al caso porque fue un producto, tal como el auge del Nazismo y la Guerra Civil española, de la Depresión. Nos guste o no estamos al borde o ya adentro de otra gran depresión económica. Seria bueno recordar qué errores se cometieron entre 1930 y el comienzo de la Segunda Guerra Mundial para evitar catástrofes mayores. Porque además ahora enfrentamos un peligro nuevo: el terrorismo.

Sin embargo, en USA prefieren enfocarse en la historia inmediata, acusando a la administración Bush de todos los males que afligen al pueblo norteamericano. Es como en Chile que todo comienza y termina en el Gobierno Militar, como si no hubiese historia previa, una historia salpicada de dictaduras, torturados y desaparecidos. En España se hace algo parecido. Son las cinco décadas de franquismo a las que se busca satanizar, culpar, castigar y recordar, olvidando los cinco años que preceden a la Guerra Civil y las equivocaciones de la Republica.

El problema de la historia es que sin ella no existimos. Aparte de la historia nacional, está la de cada individuo. El que se olvida de sus orígenes, o intenta falsearlos, es psicológicamente un desadaptado. Lo mismo ocurre con quien desconoce la historia de su nación, continente, cultura, etnia, religión, etc. Yo coincido con Heidegger y Nietzsche (lo único que coincido con este ultimo señor) en ver la historia de una manera circular como ciclos condenados a repetirse. Por eso es importante saber lo que pasó antes.

Hace años que observo que nuestra sociedad es tan corrupta y amoral como la de la Republica de Weimar. ¿Y qué pasó con esa republica y su cultura tan radical y tolerante? Pues que parió a Hitler y a sus Nazis.

En la Alemania de 1933 cuando ganan los Nazis los escaños del Reichstag y el gobierno se ve obligado a formar una coalición con Hitler, no fue gracias a un electorado enfebrecido, antisemita y enamorado del glamur pagano del nazismo. Quienes votan por ellos son los que están hartos de la mala economía, del desempleo, de ver su honor aplastado por las medidas que el tratado de Versalles les impone, del desenfreno en que vive una juventud hedonista e irresponsable que antes que trabajar, prefiere drogarse y “explorar su sexualidad”.  ¿Este panorama les suena conocido?

Esa gente votó por los Nazis como una alternativa a un mundo cada vez más inseguro y corrupto. Ellos decían, tal como hoy escucho decir a chilenos, gringos, españoles, ingleses, e italianos:” Queremos un gobierno fuerte.  Políticos con pantalones. Medidas drásticas”  El peligro de olvidar la historia es repetir sus deslices.

Los que recordaron la historia y reconocieron la importancia historia del “Honor rally” fueron los del Museo Smithsonian que le mandaron pedir a Glenn Beck algún recordatorio de la asamblea para agregarlo a su colección. Es que saber de historia también incluye reconocerla cuando ocurre ante nosotros.

lunes, 30 de agosto de 2010

Pueden leerme en Cuaderno de arena

Les aviso que ya está montada en Cuaderno de Arena mi nueva entrada. “Historia y leyenda: ¿dónde termina una y comienza la otra?


Allá los espero

domingo, 29 de agosto de 2010

En busca del honor perdido: La lección del "Tea Party"

Honor es una palabreja abstracta. Decirla evoca al Teatro calderoniano o imágenes de talibanes cortándole las narices a las mujeres. El poeta Luís Cernuda se quejaba de ese concepto español del honor que reside entre las piernas de una mujer. Cierto es que el honor siempre se ha asociado con la sexualidad, pero hay otros tipos de honores, como el “honor nacional” que ayer el Tea Party reclamó en un mitin en Washington.



Por primera vez en mucho tiempo, deseé estar en USA. Deseé haber podido participar en el “Rally del Honor” que ayer tuvo lugar bajo la mirada severa del monumento a Lincoln en el mismo sitio en que el Dr. Martin Luther King declamara su famoso y electrizante discurso “I have a dream”. Deseé vivir en USA para ser parte del Tea Party que apadrinó esta marcha. Pero también deseé que existiera un Tea Party en Chile, en España, Argentina, Inglaterra, México, en todo el mundo que juega a ser progresista y no se da cuenta que no surgimos de la nada, que hay una historia y una tradición a las que nos debemos y que son las bases del honor nacional.

Revisando la prensa “progre” mis ojos se tropiezan una y otra vez con apelativos que son zancadillas. Tanto el rally como el Tea Party son acusados de ser “controversiales” “conservadores” y “populistas”. Es cierto, ¿pero por qué la Izquierda siente que tiene el monopolio del populismo y de la controversia? Y ser conservador es un motivo de orgullo tanto para el Tea Party como para sus seguidores.

El Tea Party es una agrupación política conservadora que nace como reacción contraria a todos los valores de la administración Obama. Su nombre recuerda el episodio que da inicio a la Independencia de los Estados Unidos. Como todo en el Tea Party, el nombre va vinculado a una historia de la que se sienten orgullosos sus miembros, una historia que Obama quiere borrar, menospreciándola, ensuciándola, pidiendo disculpas por actos que deberían llenar de orgullo a la nación.

Desde que este mitin fue anunciado, que las fuerzas de la progresía lo han atacado, considerando que sería un asamblea política en la que se denigraría al presidente y a su gobierno. El comentarista Glenn Beck, “culpable”, y gran estrella del rally fue enfático al decir que no se haría política. Se prohibieron banderas y pancartas partidistas, con la excepción de la del Tea Party, una bandera estadounidense con el letrero de “No me pises” (“Don’t tread on me”). La carismática Sarah Palin, una de las líderes del El Tea Party habló, pero su discurso no tuvo un matiz político. Incluso Beck la presentó, no como la “Gobernadora” Palin, sino como "la madre de un soldado". Lo que no es mentira, Track Palin, su hijo mayor, ha servido en Irak.


Otro gran motivo de ataque vino del colectivo afro-americano que acusó a Beck de aprovecharse de la imagen del Dr. King. Al elegir como fecha de su reunión el aniversario del legendario discurso, los lideres de los derechos civiles lo acusaron de querer apoderarse de un legado que sólo les pertenece a ellos. Beck les respondió que el legado del Dr. King no es patrimonio de una raza, sino de todo el mudo.


Paralelo al rally conservador, había un mitin de Afro-Americanos liderado, por el hijo del desaparecido líder y por el Reverendo Al Sharpton (una figura más controversial que Beck), que celebraba el aniversario del discurso. Realmente se convirtió en un juego de ajedrez. A un costado estaban las piezas negras, en el Honor Rally estaban las blancas. Pero nunca hubo una confrontación. Y si bien es cierto que el Honor Rally fue mayormente caucásico, una de sus principales animadoras fue la Dra. Alveda King, sobrina de MLK.

Anoche en Fox News, Sharpton, que desde que lo conozco anda diciendo bobadas incendiaras, acusó a Beck de retractarse, puesto que no había cumplido con su promesa de “reclamar los derechos civiles”. Sharpton, y lamentablemente muchos afro-americanos cometen el mismo error, insiste en que “derechos civiles” solo se aplican a negros, con un poco de generosidad, quizás también a latinos. Se olvida que las libertades civiles abarcan todas las minorías étnicas y religiosas, inclusive las blancas.


Beck reclamó las libertades civiles de una nación, aludiendo a la perdida de valores culturales e históricos intrínsecos a lo que es la Unión Americana, y que superan barreras raciales. Todos los discursos se refirieron al factor espiritual como el mayor “igualador”. La Dra. King habló de una religión en la que no exista el color de la piel. Beck dijo “Hoy América empieza a volver a D-s”.

Muchos ven esta concentración como un ejemplo del poder conservador de USA. Ayer, en FoxNews decían que 500.000 estuvieron presentes. Los medios liberales dice que no alcanzaron a cien mil. Dejemos a los enamorados de las cifras que discutan los números. El hecho es que fue un momento histórico.

Dejado atrás Estados Unidos y el Tea Party, quisiera concentrarme en los valores universales que fueron defendidos en el rally, comenzando por el utópico concepto del honor nacional. ¿Qué es el honor nacional? Suena a chauvinismo, a nacionalismo fascistoide. Hitler siempre sacaba a relucir el honor alemán pisoteado en Versalles .Pero el que los nazis lo utilizaran como arma retórica no implica que el honor nacional deje de existir o no deba ser defendido.

Entiendo que cuando Obama va al Cairo y gimotea por los crímenes que Estados Unidos ha cometido contra el mundo musulmán y pide perdón al as victimas, está humillando el honor nacional. Tanto como el llorón Patricio Aylwin cuando pedía perdón por los atentados contra los derechos humanos cometidos por un Gobierno Militar que Don Pato y su Democracia Cristiana avalaron.

No se puede hablar en Chile de honor nacional cuando los gobiernos han regalado pedazos de nuestra tierra a otros países como quien regala rebanadas de torta. No se puede hablar de honor nacional cuando nuestro ejército está tan estigmatizado que a Blanca Gorda y a sus 7 Ministros les costó un parto  mandar tropas a restaurar el orden en Concepción, sumida en la anarquía después del terremoto.

No se puede hablar de honor nacional, cuando todavía nos da vergüenza haberles ganado a peruanos y bolivianos (dos países, dos ejércitos) en una guerra que ocurrió en el tiempo de MariCastaña.

Me imagino que otros países de Occidente también se sentirán incómodos ante el termino “honor nacional”, que, como Pepe Grillo, les recuerda a sus conciencias que se han olvidado de su culturas, que pisotean sus valores y borran su historia. Ojala le aprendan al Tea Party.

viernes, 27 de agosto de 2010

Un mundo de monstruos: cuando el amarillismo crea estereotipos culturales



Mucho se critica que, por siglos, la Iglesia mantuvo cautivos a sus fieles, obligándolos a reprimirse so pena de ir al infierno. Del Islam se dice algo parecido, que lava el cerebro de sus fieles, infundiéndoles temor y repugnancia contra el Occidente, y así los convierte en potenciales terroristas. Pero nadie habla de como los medios tienen una audiencia cautiva a la que alimentan con datos falsos y alarmistas y conceptos errados sobre todo tema desde nuestra economía hasta nuestra vida intima. Más peligroso aún, ayudan a perpetuar engañosas impresiones acerca de otras culturas.

Recientemente tuve el desagrado de leer un panfleto  francamente anti-sionista, antisemita y anti-judaísmo titulada El rabino y el jeque, escrita por Alfredo Abián, vicedirector de La Vanguardia. En cuatro o cinco párrafos, Abián ha dicho una serie de mentiras fáciles de rebatir. Eduard Yitzhak se ha encargado de hacerlo, presentando argumentos para refutar cada uno de los libelos expresado por alguien que se considerará un periodista respetable y honesto.

No me sorprende que Abián haya escrito una barbaridad semejante, no es el primero ni el último. Es gentuza como él la que me ha hecho creer por décadas que todos los españoles son juedeofobos. ¿Y de dónde saco tal idea? Pues de las noticias que propagan medios españoles como La vanguardia. Por lo menos la Leyenda Negra la inventaron los ingleses. Ahora son los mismos medios los que se encargan de desacreditar a sus naciones.

Lo que me inspira curiosidad es como Abián arriesga su prestigio, si lo tiene, escribiendo una difamación tan fácil de exponer como tal. ¿Confía tanto en el anti-sionismo de sus lectores que cree que aceptarán cualquier calumnia contra Israel y el pueblo judío? ¿O simplemente parte de la base que su audiencia está compuesta por palurdos que creen a pie juntilla cualquier cosa que lean sobre pueblos o culturas que jamás conocerán?

Me remito a lo que un lector de ABC opina sobre el peligro de aseveraciones hechas a la ligera o con su qué.

“Casi todo es mentira, seamos serios y pensemos un poquito, estas tonterías hacen daño a gente que nunca viaja y cree en un mundo de monstruos”.

Exactamente, la gente que vive leyendo noticias de este tipo (y rara vez hay de las otras) termina creyendo en fábulas como el calentamiento global, el Chupacabras, y que el fin del mundo tendrá lugar en el 2012. Más encima, los lectores se crean mitos sobre política exterior, culturas foráneas y hasta sobre salud y temas científicos.

La cita que incluí más arriba no surgió a raíz de un artículo alarmista o seudo científico, sino de algo más “light” y por ende más peligroso. Hace rato que veo que a ABC le gustan las noticias sexuales. Obvio, el sexo vende, o eso dicen los medios y nosotros se lo compramos. Pero no sabía que en su caza de noticias "cochinonas", los periodistas se meten en la blogósfera y se apropian de cualquier bobería que consideren servirá para conseguir más de 200 visitas.

En este caso se trata de un listado de “leyes” sexuales muy curiosas que se supone realmente existen en los códigos legales de ciertas naciones. No es casualidad que la mayoría de los países donde existen estas leyes sean o países árabes (obvio, el mundo musulmán es una cloaca de vicios), países latinoamericanos (¡esos indios sudakas son unos guarros!) y USA (fáciles de creer gracias al anti-gringuismo que sienten los españoles desde el desastre del 98)

Muy divertido el articulo, pero poco informativo, poco veraz, y poco conducente a respetar al diario que lo copia y pega sin siquiera poner un Disclaimer. Por suerte, los usuarios se encargan de rebatirlo, tildarlo de “mentira” e incluso exigir fuentes. Es una lástima que no se muestre el mismo celo con noticias más graves y serias que tergiversan, calumnian o simplemente faltan a la verdad.

Por otro lado, a pesar de que gran parte de los comentarios expresan incredulidad, ¿cuántos lectores no se irán a acostar seguros que son mas sabios porque se tragaron el cuento de que en Cali, la suegra tiene que presenciar la desfloración de la hija, o que la zoofilia es legal en el Líbano?

jueves, 26 de agosto de 2010

Violante prueba a bilocarse


Distinguidos y queridos lectores de Los protocolos de los sabios gatunos, tengo un anuncio. De ahora en adelante, podrán leerme (no sé cuan periódicamente) también  en Cuaderno de arena, cuyo dueño tuvo la gentileza de cederme un espacio en su blog.

No me estoy cambiando, sigo aquí dando guerra, pero sucede que hace tiempo que quería bloguear sobre historia o temas históricos que creo, enlazan con el presente. Antes de meterme en camisa de once varas y abrir otro blog, prefiero experimentar  y por eso  voy a  hacer la práctica en ese blog donde espero verlos a todos.

Recuerden que no soy historiadora, así que tengan paciencia si me mando alguna chambonada. Lo otro, paciencia con mis errores ortográficos. No hemos encontrado manera de que yo pueda entrar a editar mis cosas, así que tendremos que confiar en que Luís se haga cargo de la edición.
Ya pueden leer mi primera contribución. Borrando España: ¿la paradoja de la "memoria histórica"?


Allá los espero.

miércoles, 25 de agosto de 2010

¿De qué color es la mediocridad? Prensa rosa, verde y amarillista

Debo confesar que cuando algún progre se queja “la prensa liberal sólo se dedica a esparcir rumores tremendistas sobre el Islam”, yo me siento culpable y empiezo un inmediato examen de conciencia. Pero me basta ver su prensa multicolor y mediocre para evadir todo remordimiento.


Sólo hoy leía barbaridad tras barbaridad. Se hizo mucho escándalo porque un idiota de 21 años llamado Enright se subió a un taxi en Nueva York, le preguntó al chofer si era musulmán y tras respuesta afirmativa, la emprendió a navajazos contra el pobre taxista que por suerte sólo sustentó heridas leves. La policía encontró a Enright, borracho como cuba, tirado en la acera. Fue arrestado y enfrenta cargos por intento de asesinato. De buena gana le daba una pateadura. Ese tipo de maleantes son un peligro para la sociedad. Pero también es peligroso el periodista que escribe “Chofer de taxi es asesinado por ser musulmán”. Uno entra a la noticia y descubre que afortunadamente el taxista vive.

¿Qué hace que un periodista serio mienta tan descaradamente? ¿Qué persigue? ¿Exacerbar los odios raciales? Me da lástima el taxista, pero más me la inspiran los dos miembros de la Benemérita asesinados en Afganistán, donde habían ido a intentar crear un cuerpo de policía civilizado en tierra de salvajes.

Más tarde, leo en otro seudo portal de noticias que miembros de familias de víctimas del 9-11 apoyan la construcción de la mezquita. Entro y descubro que se trata de parientes de un musulmán que murió en las Torres. Sin comentarios.

Pasando a otra noticia. Se está haciendo una campaña en México para excarcelar a mujeres que purgan condena por haber abortado antes que el aborto fuese legal en el país azteca. Estoy de acuerdo en que las liberen. Me parece injusto que habiendo tanto criminal suelto carguen contra ellas que al final son víctimas de una sociedad que sigue usando a sus mujeres. Pero una de las fotografías tenía como pie: “Fulanita purga X años de cárcel por haber perdido a su hijo”. A ver ¿lo perdió en el supermercado? ¿Se le extravió en el circo? ¿El niño murió por enfermedad? ¿Se trata de un aborto espontaneo? Todo un caso de lenguaje perverso como lo llamaría Don Pio Moa.

Pero incluso en diarios serios como ABC uno encuentra títulos que poco corresponden con la noticia o con la verdad. Desde que era chica, recuerdo que hasta en Chile se sabia que ABC era un periódico conservador, serio y tradicionalista. Ahora se ha vuelto un muestrario de crónicas rosas y rojas, de noticias verdes medioambientalistas y de títulos amarillistas en un tópico inesperado, esas creencias esotéricas y apocalípticas que hoy en día pasan por ciencia.

Hubo una época bastante reciente en que ABC era mi página de inicio. Pero día tras día, leyendo que una explosión de un volcán italiano causaría un tsunami que arrasaría con las costas mediterráneas, o que explosiones solares en el 2012 aniquilarían nuestra tecnología me hicieron cambiarla. La guinda del pastel fue un título que alertaba que millones de asteroides venían directo a la tierra. Así sin fecha, ni prueba, ni lugar especifico.

Estas noticias catastróficas son comunes en publicaciones “progres” y “algorianas” que nos cuentan todos los días que los polos se derriten, que los osos polares ya no tienen casa, que el mar sigue elevándose hasta tragarnos. Me recuerdan ese documental irresponsable que hizo National Geogrphic hace cuatro años en el que mostraban como Viña y Valparaíso quedarían bajo el agua en un tsunami o los documentales enigmáticos de The History Channel que ya parecen reality shows.

Siempre han existido pasquines, siempre ha habido gacetillas que cultivaban el amarillismo, siempre la crónica roja ha sido truculenta, y la rosa inventa romances y escándalos.  Pero ahora parece que toda la prensa fuera igualmente farsante y que esa mendacidad la rebaja hasta el punto de convertirla en cultivadora de mediocridad.

lunes, 23 de agosto de 2010

Una mala gestión: la arrogancia de los gobernantes "progres" en las crisis

Es feo hablar mal de la gente, en momentos de júbilo y emoción como los que se viven en El Campamento Esperanza y en la Mina San José ante el milagro de saber que los mineros viven. Pero me es imposible no contrastar las posturas de presidentes “progres” ante catástrofes con la actitud de este gobierno, con el Presidente abandonando el luto familiar para estar con los familiares de los mineros, o las imagenes del Ministro Golborne tomando mates con esa misma gente en largas y heladas noches que precedieron a la milagrosa prueba de vida de ayer.

¿Se acuerdan de Michelle Bachelet en Chiguayante? Julio del 2006, inmensos temporales convierten ala VIII región en zona de catástrofe. En Chiguayante, un alud atrapa a diez personas. Durante las labores de rescate cuando todavía no se sabe que están muertos, aparece la presidenta Michelle Bachelet en el lugar. Su presencia, y la de las cámaras que la acompañan, obliga a detener el proceso de rescate. Una familiar de los desaparecidos, indignada, exige el retiro de la mandataria y sus cámaras. ¿Qué hace La “Mami” Bachelet? En vez de decir “oops, disculpe, vuelvo otro día”, se pone a discutir con la mujer, como si estuvieran en el mercado.

Fue criticada y acusada por su actitud de vedette, por aprovecharse del desastre para beneficiar su imagen. “Yo vote por usted, pero no vuelvo a votar por la Concertación” le dijo una de las pobladoras. Pero no aprendió.

Aysén, 2008, por meses los habitantes de la provincia viven con el corazón en la boca debido a enjambres sísmicos diarios. Para los que no sepan, un enjambre es una serie de temblores fuertes (hasta grado 5 Richter) que ocurren en sucesión, separados por 15 o 20 minutos. Yo los viví en diciembre del 2007, y después del terremoto. Les juro, prefiero un terremoto.

El gobierno se desentiende de esta tragedia que está enloqueciendo a la población de Aysén. En marzo del 2008 esta situación termina con un terremoto, se desprende parte de un cerro, cae en un fiordo y provoca una ola tipo tsunami que se lleva casas y cinco personas. La Presidenta viaja a la zona. Los aiseninos, furiosos por el olvido gubernamental, la reciben vestidos de luto. Hay protestas que terminan con el arresto del alcalde quien acusa a la presidenta de esconder la cabeza como un avestruz. La Presi se vuelve a Santiago furiosa. Sus fans acusan a la gente de Aysén de alharacos e ingratos, y el terremoto es barrido bajo la alfombra.

La Bachelet, que ha pasado a la historia nacional como figura materna, como epítome de sensibilidad femenina ante el dolor del pueblo, nunca se lució en momentos de tribulación. Todavía recuerdo su actuación patética cuando bajó a Valparaíso tras la explosión en la calle Serrano. Qué suerte que no se le ocurrió ir a Chaitén cuando se esperaba que el volcán iba a entrar en erupción.

No voy a añadir leña al fuego recordando todas las metidas de pata de “La Mami” después del terremoto de febrero. Sus declaraciones escandalizaron hasta los medios progres extranjeros, desde su anuncio de que no había alarma de tsunami hasta su negativa a solicitar ayuda extranjera. El problema de la Bachelet, y eso su claque lo intenta disimular, es que aparte de lesa y mal asesorada era/es muy soberbia. Recuerdo que la tarde del día del terremoto hizo un discurso, enojada y ofendida ante las críticas, que salpicó con un “yo también hoy tuve que pisar vidrios”. Entiendo lo que quiso decir, que como todos los habitantes de las zonas afectadas, ella había pasado incomodidades, pero sonó a que decía que "pisar vidrios" era equiparable a perder casa, bienes y familiares como le ocurría a tantos damnificados.

La Bachelet sufre de una arrogancia endémica en los presidentes seudo-socialistas que los hace alejarse de un pueblo que dicen representar. En los temporales de ‘97, Ricardo Lagos bajó a terreno a una población anegada. Una líder vecinal lo apostrofó por el mal estado de sus casas, y sus pobres condiciones de vivienda, y le exigió hogares más dignos. “Yo voté por usted”, le recordó a lo que El Presidente respondió con rotería (con Lagos el término “arrogancia” no bastaba) “¿Señora cree que yo ando con casas en los bolsillos para regalar?”

Pero la arrogancia insolente de los gobernantes progres no es patrimonio de Chile. Me magino que todos los países que los sufren tienen anécdotas parecidas. Ninguna más representativa que la actitud de Obama ante el derrame de petróleo.

Los que votaron por Barak Hussein nunca entendieron las críticas que le hacían a su candidato fetiche por ser un imberbe político. No entendían que siete años en el Congreso no hacían a Obama experto en nada. Que hasta un alcalde de pueblo o un sheriff  tienen experiencias con conflictos locales: estafas municipales, incendios forestales, inundaciones. Obama es presidente de una nación que enfrenta diariamente desastres naturales y que está siempre alerta a posibles atentados terroristas, pero por suerte no ha tenido que demostrar su ignorancia…hasta el derrame de petróleo.

Cuando llega a Washington la nueva del derrame en el Golfo, Obama no comprende las posibles ramificaciones, no sabe nada de petróleo y no se molesta en asesorarse. Deja todo el trabajo de detener esa mancha de petróleo en manos de la compañía petrolera inglesa causante del desastre. Precisamente lo que Sebastián Piñera no hizo con la crisis en la mina San José. Obama sólo viene a darse cuenta de su error (error que nunca ha reconocido) cuando el derrame continua por semanas y meses, cuando la mancha se expande hasta aguas americanas y causa daños ecológicos irreparables en la costa de Luisiana.

Las críticas lo hacen apersonarse en el Golfo. Va en compañía de su mujer, sabedor que la gente la quiere más que a él. Pero de nuevo sus asesores parecen estar en Babia. Michelle aparece en un modelito blanco con un patrón surrealista de manchones negros que hace parecer que le lanzaron un frasco de tinta. Muchos ven esa blusa como una representación burlesca de la mancha de petróleo. Muy probable que no era esa la intención de la Primera Dama, pero su falta de visión al elegir vestuario ilustra la soberbia y la irresponsabilidad de los políticos progres.

Una buena gestión: Piñera y la Mina San José

Como todos los chilenos, estoy pendiente de lo que está pasando en Atacama, en las mina San José. Como todos, estoy admirada con la grandeza del milagro divino de mantener vivos a 33 mineros tras 17 días de aislamiento. Estoy admirada con la presencia de ánimo y la sagacidad de los mineros atrapados para poder comunicarse con el mundo. Pero también estoy admirada con la labor del gobierno, labor liderada por el Presidente Piñera.


Hoy, tal vez en un rato, se puedan comunicar vocalmente con los mineros y se les pasen los primeros suministros. Hoy, se les dará la dura noticia que ya sus familiares están asimilando, que el rescate puede demorar hasta diciembre. Hoy, ya se pueden hablar de medidas, y de señalamientos de dedo, de entablar demandas legales, de investigar cómo se pudo permitir el reabre de una mina en esas condiciones.

Hoy es hoy, y al Presidente le esperan nuevos desafíos. Está mañana había rumores de guerra en el Instituto Nacional que indican que los “pingüinos” terminaron de invernar y que se viene otra revuelta estudiantil. En unos días, le volverán a llover críticas al gobierno por X razón, y Tatán volverá ser “el malo” de la película. Por eso me apresuro en dejar un recuerdito de cuando se portó bien, porque es imborrable e innegable la valentía y eficacia con que enfrentó esta crisis minera.

Cuando se tiene noticias del derrumbe de la Mina San José, el Presidente está en gira oficial en Ecuador. Mete en un avión al Ministro de Minería, Laurence Golborne, y lo manda de regreso a Chile. El mismo mandatario retorna poco después y se apersona en el Campamento Esperanza, como se llega a llamar al reducto que ocuparán los rescatistas y los familiares de los atrapados durante las próximas angustiosas semanas.

Cuando los dueños y responsables de la mina estaban escondidos debajo de la cama, Piñera estaba al pie del cañón. Si volvía a Santiago, dejaba en su lugar a su señora, Cecilia Morel. La presencia del mandatario era tan conspicua que sus detractores se burlaban diciendo que el Presi quería sacar él solito a los mineros.

Si Piñera pudiese haberlos sacado “él solito” lo habría hecho. Como no pudo, empeñó todos sus esfuerzos para que otros lo hicieran. Hizo traer maquinaria del extranjero. Abrió las alcancías del gobierno, esas que el anterior Ministro de Economía, Andrés Velasco, guardaba bajo el colchón. Nombró investigadores, despidió a los primeros culpables que encontró en el camino, pero sobre todo, con su actitud esperanzada, motivó a su gabinete y a otros a sumarse a un inmenso esfuerzo de rescate. Porque lo que más me impresiona es la cantidad de personas involucradas en este equipo de rescate en el que colaboran empresas mineras privadas y publicas.

El presidente pudo haberse lavado las manos y desentenderse del asunto. Mal que mal, era una mina privada, un asunto privado. Haber dejado que la misma compañía minera se encargara. Se le criticó por involucrarse en un esfuerzo que podía terminar en sonoro fracaso y manchar su imagen. Pero es porfiado y a veces es bueno ser porfiado. Yo le creo al Ministro Hinzpeter cuando anoche dijo en el Canal 13 que honestamente él no creía que las labores de recate hubiesen continuado si el gobierno y Piñera no hubieran metido su cuchara.

Ayer era un día triste para el Presidente. En la mañana, su suegro fallecía en sus brazos. Aun así el Presidente fue a Atacama. La Primera Dama se quedó en Santiago, pero una delegación de parientes de los mineros atrapados le fue a ofrecer el pésame y a llevarle una bandera. Querían compartir su dolor, pero también la alegría de ellos con alguien que nunca los dejó solos. Un gesto precioso.

Yo ayer hice zapping por todos los canales nacionales porque me gusta ver diferentes ángulos de una misma noticia. Un vínculo en común, fue que cada vez que entrevistaban a algún pariente de los atrapados este/esta agradecía al país, a las autoridades y al presidente por su gestión, por estar con ellos, por no olvidarlos. No hay nada más terrible en una tragedia que sentirse solo y abandonado.

Piñera dijo ayer a las cámaras que él no llora fácilmente, pero su emoción era genuina y evidente. Se notó en su “¡Viva Chile, mierda!” En los abrazos que intercambiaba con los familiares y amigos de los atrapados, en la manera que entonó junto a ellos el himno nacional. Llámenlo “populista “pero le salía del corazón. Me recordó a Bill Clinton.

No sé si Piñera y sus asesores se dieron cuenta, pero se rompió esa imagen que los detractores del Presidente han implantado en la opinión pública: Piñera como un hombre alejado del pueblo, un empresario tirano que sirve sólo a una elite. Leyendo esta noticia en un medio extranjero “progre” leo una frase que lo resume todo

“Hasta el mismo presidente chileno, Sebastián Piñera, un hombre de centroderecha, celebró el hallazgo con los familiares de los mineros”.

¿Ósea, por ser de centroderecha el presidente se rebajó al celebrar con gente humilde? Esas son las imágenes que los rojiprogres quieren crear de todo político que no sirva sus mezquinos intereses.

sábado, 21 de agosto de 2010

¿Religioso=retrogrado?

Algo que llama mi atención es que se ataca al Islam como religión, pero cuando se alaba a Israel es precisamente por su “secularización”. “Un país tan moderno”, “la única democracia de la zona”, “los únicos en el Medio Oriente en darles derechos a los gays”, “son gente muy adelantada en tecnología y adelantos científicos”.


Sin embargo, nunca los elogios a judíos o israelíes abarcan el judaísmo. Es como si el Occidente sólo nos aceptara mientras seamos modernos, librepensadores y amantes del Progre-so. Como si los judíos israelíes fueran un baluarte contra el extremismo religioso del Islam precisamente por ser “laicos”.

¿Qué sucede entonces con la minoría religiosa judía de Israel y del mundo? Hablo de los verdaderos religiosos, de los ortodoxos, sean Ultra, Hasídicos, o “Modernos”. ¿No existen? ¿Abochornan?

Toda nuestra historia ha sido una gran contradicción. Somos el Pueblo Elegido…para que nos pateen como diría mi mamá. Los judíos más famosos se alejaron del judaísmo y fundaron nuevas religiones como el cristianismo, el marxismo y el psicoanálisis. Pero la contradicción más irónica es que la razón y el  derecho que los judíos esgrimen para estar en Tierra Santa viene de nuestra relación con D-s,  pero los que realmente viven de acuerdo a Sus enseñanzas hay que esconderlos porque dan una mala imagen.

viernes, 20 de agosto de 2010

Un viernes de paradojas

Se acerca, ya llega, viene otro barco cargado de… El cuento de las flotillas humanitarias se ha vuelto moda en el Medio Oriente. Hasta deberían hacer cruceros, o quizás una carrera de veleros en esa zona, ya que los enemigos de Israel se han puesto tan náuticos.


Lo original de esta flotilla, que ha salido de la Libia de Khadafi (excelente recomendación), es que sus pasajeros pertenecen al género femenino. ¿Faltarán mujeres en Gaza tras las cuales puedan escudarse los valerosos guerrilleros o necesitarán estos de un burdel marítimo? Porque no son monjas ni talibanas las que van en el barco. Baste decir que entre ellas va la actriz y estrella de videos libanesa May Hariri. Me parece una excelente idea que manden un símbolo de la cultura pop árabe, porque todas estas flotillas son manifestaciones del kitsch veraniego.


Lo que me parece paradójico es que este ejemplo de filantropía musulmana sea representado por una hembra pechugona que enseña pernil. ¿Dónde están el burka y el niqab para que esta señora tape sus vergüenzas? Primera paradoja, pero no la única de este malhadado botecito que navega con bandera boliviana. ¿Se han puesto bajo la protección de San Evo?

Noo, se han puesto bajo la protección de la Virgen. Por algo el barco se llama Santa María (ya sólo le falta la Pinta y La Niña). ¡Pero qué atrevidos e ignorantes! Se olvidan que la Virgen era una señora judía de nombre Miriam, muy quitadita de bulla y muy devota de su casa, que jamás se le ocurriría andar metida en esos bochinches antisemitas. También se les olvida que a los verdaderos devotos de Santa María no les va muy bien en los países árabes, ni en la Franja de Gaza.

Pasando a otro frente, de noche, como ladrones, han salido las últimas brigadas de combate americanas de Irak, dejando al país a merced de sus enemigos y del Diablo. Qué manera tan ignominiosa de acabar una guerra, pero no se lo digan a Obama que se pavonea como un Duce hawaiano por ese logro. Y harto tiene de que pavonearse. En menos de dos años, ha empujado al país al borde de la Depresión, ha aumentado el desempleo, ha dividido al pueblo americano y dado una imagen lastimosa ante el extranjero.

¿Qué busca Obama realmente? ¿Hundir a Estados Unidos? Tengo una amiga esotérica que dice que Obama es el Anticristo, el Papa Negro de las profecías de Nostradamus. Me da escalofríos recordar que en el siglo pasado, un cabalista me dijo que a USA la destruirían sus enemigos desde su interior. Nunca imaginé que esos enemigos estarían en la Casa Blanca.

Sin embargo, no osemos pensar mal de Obama que se nos ha revelado como un hombre muy religioso. El problema es que nadie se pone de acuerdo en cuál es la religión del híbrido. Para un 18% de sus súbditos, Obama es musulmán. Al paso les han salido varios ministros protestantes que insisten en la cristiandad del mandatario. Hasta su portavoz ha declarado públicamente que Barak Hussein reza todos los días (¿sobre una esterilla mirando hacia La Meca?).

Es un ejemplo de la mendacidad de esta administración el que pretendan vendérnoslo como muy religioso cuando nunca se le ha visto ni a él ni a su familia en los servicios  dominicales de ninguno de los templos cristianos de Washington. Obama siempre fue claro al referirse a lo ecléctico de su formación religiosa desde la madraza de Indonesia hasta sus polémicos vínculos con el reverendo Jeremiah Wright, un ministro conocido por sus comentarios racistas y anti-americanos.

No creo que Obama sea un hombre espiritual, ni que reverencie a ningún dios, aparte de las diosas Ambición y Arrogancia, pero es paradójico que en un país donde se habla de convertir el ateísmo en religión, donde se prohíbe la mención de D-s en las escuelas, y donde se ha declarado la guerra en contra de los símbolos navideños, exista tal preocupación por demostrar que su presidente es un hombre de fe. ¿Se imaginan a alguien preocupado por la religión de Sarkozy, de Berlusconi o la de Zapatero? Es que Estados Unidos sigue siendo un país en donde se espera que sus líderes crean en una Divina Providencia.

Lo último en el cuento de la mezquita. Pues parece que se resolverá con hojas de lechuga. La panacea universal del billete será la solución y todos contentos. Es cosa de un dólar más o un dólar menos. Tal vez los detalles no salgan a la luz, pero ya se habla de comprar ese terreno, y ceder algún sitio baldío de Manhattan, en un lugar menos controversial, para que se construya la iniciativa Cordoba. O sea toda la cantinela de libertad de cultos y derechos religiosos se redujo a un regateo de bazar. ¡Vaya paradoja!

Así me despido este viernes, deseándoles un feliz fin de semana. El mío no va a ser muy cómodo porque ya está anunciado un corte de agua de 18 horas entre el sábado y domingo para Viña del Mar.

jueves, 19 de agosto de 2010

Los varios rostros del antisemitismo en Chile

Por razones de salud y trabajo, yo llevo una vida retirada, casi de ermitaña, pero eso no indica que no sepa que en las últimas semanas se han registrado numerosos incidentes anti-judíos en Chile. Se han profanado cementerios, han aparecido leyendas Nazis en las paredes de escuelas y lideres de la comunidad han recibido amenazas.

Por varias razones, he tratado de desentenderme “bloguísticamente” del asunto. La primera es cierta resignación fatalista que el antisemitismo nunca desaparece, y que este tipo de ataques ocurre en todas partes, hasta en países civilizados como Italia. La primera vez que vi un rayado antisemita fue en las paredes de Queens College, mi universidad neoyorquina, donde más de la mitad del estudiantado era judío.

También un terror supersticioso me cohibía escribir sobre esta noticia. Pensaba que si la barría bajo la alfombra dejaría de existir. También, porque a diferencia de blogueros y periodistas seudo-lberalotes (liberal puede tener  una acepción negativa) israelíes, yo sí creo que la ropa sucia se lava en casa, y no quería dar la impresión de que Chile es un país antisemita.

No voy a detenerme a describir los numerosos ataques que ha experimentado la comunidad judía en estas últimas semanas. Para eso los remito a la muy completa entrada posteada en Patria Judía. Tampoco pretendo descubrir las causas del antisemitismo chileno. No las sé, tal como desconozco las causas del antisemitismo internacional, pero voy a exponer algunos factores del fenómeno en Chile que quizás pueda explicárnoslas.

La comunidad judeo-chilena, en comparación a la argentina y mexicana, es bastante pequeña. En Chile no existen comunidades jasidicas ni judíos ultra ortodoxos cuya presencia, vestuario o costumbres pudieran llamar la atención de los demás chilenos. La mayoría de las congregaciones son conservacionistas. La mayoría de los judíos chilenos no practican su religión. Hay muchos que incluso niegan su origen judío. “Mi apellido es croata solo que lo escriben mal.” (Sii, seguroo)

No digo esto en desmedro de la judería chilensis sino para enfatizar que la presencia judía en Chile, como comunidad, no es tan ostentosa como para causar ofensa a sectores donde pueda desarrollarse el antisemitismo. Por otro lado, en Chile siempre ha habido Nazis “bona fide”. El Partido Nazi de Valparaíso se funda casi conjuntamente con la ascensión de Hitler al poder. Dos de las ciudades donde han ocurrido los ataques, Concepción y Temuco están en reductos  donde la población ha sido tradicionalmente pro-nazi. Obviamente, la comunidad nazi y la judía no se llevan bien. Un contraste con la población de origen árabe. Según mis padres, antes de la Guerra de los Seis Días, judíos y árabes en Chile se llevaban de maravilla.

Es cierto que hay un auge entre los chilenos, de origen árabe, del anti sionismo y de la propaganda anti-israelí. En una manifestación estudiantil, aquí en mi región hace un par de años, estudiantes pro-Intifada quemaron las banderas de Israel, Estados Unidos, y la Nazi. No se porque esta última, cuando Hitler y el nazismo fueron pro-árabes y pro-Islam.

Otros factores que ayudan a este tipo de ataques, son la ausencia de leyes antidiscriminatorias que mucha gente cree que aunque benefician a una minoría, coartan las libertades individuales (libertades para escupir a las minorías). Y tampoco se les puede pedir mucho a las autoridades cuando el senado chileno solicita del presidente un boicot en contra de los productos israelíes en nombre de los manoseados “derechos humanos”.

Curiosamente, los políticos, tan preocupados por los derechos humanos de las minorías palestinas en Gaza y en Chile, han cerrado los ojos al incremento del neo nazismo en nuestro país. Estos nazis de aspecto pintoresco, y tan poco ario que causarían horror a Himmler, son bastante peligrosos, aunque las autoridades se esmeren en tildarlos de meras “tribus urbanas”. ¿Perdón? Que yo sepa ninguna chica gótica anda prendiéndoles fuego a los mendigos, ni los Emos tienen un lema de matar travestis. Los neonazis en mi región han matado desde estudiantes hasta el gato de un periodista que habló en contra de ellos.

Son nocivos, pero ahí están, paseándose libremente a vista de todos. Tanto así que hace un par de años mis amigos me solicitaron que me quitara mi Estrella de David si iba a salir a la calle. La verdad es que en Chile siempre ha habido un prurito antijudío. Recibió amenazas antisemitas recientemente la senadora de RN, Lily Pérez, y eso que protestó contra el ataque del Mavi Marmara. ¡Pa’lo que te sirvió tanta protesta Lily-leh! Antes de su huida a Tel Aviv, el trásfuga Mauricio Israel se quejaba también de haber recibido amenazas (probablemente eran sus acreedores).

¿Pero de dónde vienen realmente estos recientes ataques? ¿De grupúsculos motivados y financiados por anti sionistas? ¿De los nazis o neo-nazis? ¿O de una Ultra Derecha católica conservadora y tradicionalmente antisemita que ve en los judíos propulsores de ideologías rojas y progres? Pero vamos a ser justos, porque la Izquierda en Chile también está muy lejos de ser filosemita.

En el 2006, los medios gringos progres como el New York Times y otros, anunciaban alborozados que después de Israel, Chile era el país con más ministros judíos en el mundo. Cierto, Mi Gorda Bella nombró un gabinete en el que mis correligionarios estaban muy bien representados, pero ni la Poniachik, ni Bitrán, ni Clarisa H. tuvieron una gestión muy distinguida.

Aun así, antes de saberse que estos ministros no servirían de mucho, ya encontraba yo un blog socialista expresando preocupación por la presencia “sionista” en el gobierno y recordándoles a los chilenos que durante el gobierno militar hubo asesores del ejercito israelí (¡Expertos en tortura!) ayudando al ejercito chileno. Se olvidaba el bloguero que el inútil de Garzón había intentado probar fútilmente que el Gobierno Militar había perseguido a los judíos.

(A propósito, por si queda alguna duda de que si existió tal persecución, les doy el link de un excelente y veraz retrato de de la relación del Tata Pinochet y la comunidad israelita en Chile)

Un mes después que la Bachelet nombrará su gabinete “judío”, me agarré de las mechas con un tarado comunacho, en YouTube, que insistía en que todos los judíos chilenos eran apátridas cuya lealtad a Israel sobrepasaba la devoción que le debían a Chile. “¿Qué harías si Chile le declarará la guerra a Israel? "me preguntó. Aparte de que la posibilidad de una guerra entre ambos países es tenue, sus argumentos me recordaron a los de lo antisemitas de rancio abolengo. Ya parecía un anti-Dreyfuss.

Como ven, a la izquierda también se cuecen habas. Víctor Farías, a quien nadie puede tildar de derechista, ha expuesto en varios libros el antisemitismo de Salvador Allende. Algo que debería recordar nuestro actual Ministro del Interior, el judío Rodrigo Hinzpeter, cuando se deja fotografiar junto a un retrato del Chicho.

Por ultimo, tengo que hablar de un antisemitismo que no se basa en ideologías sino en folclore e ignorancia. La mayoría de la gente en Chile no conoce socialmente a muchos judíos, sin embargo, suele expresar constantemente clichés antisemitas lo que los predispone a creer en complots de Sabios de Sion.


La figura judía más reconocida en Chile es Mario Kreutzberger, “Don Francisco”. No muchos saben que es también uno de los más grandes latifundistas del país. Pues cuando se enteran, lo vinculan con lo que se supone está haciendo el empresario ecologista Douglas Thompkins en el sur del país En suma, ambos están adquiriendo grandes cantidades de tierra para que eventualmente, cuando los palestinos expulsen a la población judía de Israel, ésta se trasplante a Chile.

Este complot para crear un segundo estado de Israel asusta hasta más allá de la cordillera. Hace un tiempo, un amigo me mandó un link sobre la preocupación de un sector (espero muy pequeño) de argentinos que veía con alarma como los Señores K, estaban adquiriendo una tierras en Calafate que colindaban con las de Thompkins. Lo mas chistoso es que los asustados partían dela base que los “judíos” Kirchner pretendían expandir la Nueva Israel hasta el territorio argentino. ¿Sabrán Néstor y Cristina que son judíos?

Aparte de intrigas, está la añeja teoría de que un crimen representa a la etnia a la que pertenece el perpetrador. Por eso muchos chilenos creen que los judíos son estafadores como Mauricio Israel o coprófagos como Claudio Spiniak. Y cuanto menos saben de los judíos más se apegan a la noción de que son una influencia negativa.

Una vez, casi recién llegada a Chile, compré un café importado de Usa, que como casi todos los productos que han pasado el control rabínico allá, traía sus indicaciones de que era kosher y que no contenía lácteos. Se lo enseñé a una colega en el instituto donde yo trabajaba y le expliqué el significado de las letritas. “¡Qué poder tienen ustedes los judíos en USA!” me dijo desdeñosa. Me quedé de una pieza. Esas letritas no eran más que una advertencia a una minoría judía religiosa de que podían comprar y consumir ese alimento. Pero para mi colega era una evidencia del Contubernio judeo-masónico.

Más allá de bromas, espero haber dejado clara la visión o visiones que se tiene en Chile del pueblo judío. ¿Promueven esas percepciones el antisemitismo? Ahí si que no sabría como responder.

martes, 17 de agosto de 2010

Otra razón para abolir Facebook


Diariamente, vemos fotos en la crónica roja y en los noticieros de policías con criminales esposados o con cabeza cubierta. ¿Cuántas veces sentimos lástima por los criminales? ¿Cuántas veces nuestra ira se descarga contra el representante de la ley? Mi respuesta es “nunca”. Entonces, no entiendo el revuelo de la prensa mundial ante unas fotos que una ex recluta de Tzahal ha colgado de su Facebook en las que se retrata junto a prisioneros palestinos.

Sabido es mi fastidio por las redes sociales. He visto a tanta gente degradarse y degradar a otros en esos escaparates virtuales en lo que se expone lo íntimo y que nos convierte cada día más en una sociedad exhibicionista y narcisista.

He visto a reinas de belleza perder su corona y a estudiantes perder sus becas por fotos grotescas que han colgado en sus espacios “sociales” de Internet. ¿Pero quién les manda tomarse fotos que a la larga causan bochorno y quién les fomenta el habito de hacer el ridículo en público? Pues las redes sociales que manipulan la manera de pensar y comportarse de sus usuarios, privándolos del buen juicio y de la sensibilidad que obliga hasta a los animales a tener un poco de respeto por si mismos ¿Por qué creen que los gatos hacen un hoyo para luego enterrar su excremento?

Eden Abergil cometió una falta de delicadeza en tomarse esas fotos y luego postearlas. Ahora dice, como miles de chicas en situación parecida, que no sabía que hacía algo malo. Pues lo que hizo fue de mal gusto, tanto en tomarse esas fotos como en hacerlas públicas, pero vivimos en una cultura del mal gusto. Leía en AOL a una señora demostrar su indignación ante estas fotos. Señora, la caridad comienza en casa, vaya ver lo que postea su niña en su FB. ¿Sería menos escandaloso si Eden posteara fotos bailando desnuda o besándose con una compañera de batallón?

Lo malo, lo feo es que lo que hizo Eden tuvo connotaciones políticas. Y ya salieron los progres a comparar estas fotos con las de Abu Grahib. Por favor, en estas fotos no se ve a los palestinos siendo maltratados o exhibiendo señales de tortura.

Aunque no se puede decir que la actitud de la soldado era muy “profesional” tampoco los estaba amenazando con perros ni martillos. Además, ¿por qué estaban presos esos palestinos? Por buenos ciudadanos no iba a ser. ¿Acaso acababan de volar un bus lleno de niños, o estaban poniendo una bomba en un café, o agredieron al ejercito israelí? Pero los medios inmediatamente parten de la base de que son blancas palomas víctimas de una bonita ave de rapiña israelí.

“Aun no entiendo qué es lo que está mal” dijo Eden por radio. Niñita mía, está mal porque allá afuera hay una jauría de alimañas a la espera de cualquier noticia que pueda abochornar o enlodar a Tzahal. Acuérdense del escándalo que causo el inofensivo video de los soldados israelíes bailando que apareció en YouTube. Niñita mía, estuvo mal porque esas fotos, aparte de vulgares (indignas de una Hija de Israel como diría el Rabino F. director de mi vieja escuela) son ofensivas e insensibles. ¿Pero si no se le puede pedir sensibilidad y respeto a los políticos que promueven la construcción de la mezquita, cómo pedírsela esta criatura que ya viene formada en el culto de convertir su vida en espectáculo público?

Algo que me parece extraordinario es como se publicitaron tan rápido estas fotos que Eden retiró casi enseguida. Eso hay que agradecérselo al bloguero seudo liberal e israelí Dimi Reider que copió todo el texto y fotos del FB de Eden y las propagó añadiéndole comentarios moralistas... No hay peor enemigo que el que tienes en casa.

Hace unos días, respondiendo a alguien en este blog, dije que desconfiaba de un 20% de la población judía de Israel. Dimi Reider es parte de esa población. Solo me consuela que el espacio mas calientito del Gehena (el infierno judío) lo está esperando, porque quien destruye o ayuda a destruir la reputación de otro, es como si lo matara. No lo digo yo, lo dice el Talmud. Y Dimi y los otros israelíes que han ayudado a convertir este incidente en un escándalo internacional han destruido la reputación de Eden, de Israel y de su ejército. Ahh y entre ellos, también derechito al Gehena van los culpables de que exista Facebook. ¡Zukerberger no te vas a librar tan limpito!

lunes, 16 de agosto de 2010

Calladito se ve más bonito


Mientras almorzaba, estaba viendo FoxNews, y cada vez me convenzo más que Obama metió las cuatro patas con sus aturdidas e innecesarias declaraciones sobre Casa Córdoba. Lo peor es que no hay excusas y los demócratas en un conmovedor esfuerzo por limpiarle el cu...a un Presi que debería andar en pañales, empeoran la situación.

En Chile, cuando alguien al tratar de defendernos termina hundiéndonos más se le dice “No me defienda compadre”. Obama parece tener varios compadres que al tratar de defender lo indefendible lo “negrean” más (no pun intended). La Casa Blanca dice que el Presidente solo intentaba defender la legalidad de la construcción. ¿Alguien acaso ha puesto en duda esa legalidad? Una demócrata dice que los gringos deberían estar orgullosos de su presidente por defender sus derechos a la libertad religiosa. A ver si entienden, porque con tanto apego a las libertades, se han olvidado de los buenos modales, del tacto y de la compasión más básica. Si a mi un fulano me debe plata, yo tengo todo el derecho legal de cobrarle, pero no se me ocurriría hacerlo en el funeral de su mamá.

El último compadre del mandatario hawaiano, y el que más me sacó de quicio, fue un representante de una de las Carolinas, cuyo nombre, por suerte, no retuve. El individuo se sacó del calcetín unos argumentos fétidos. “La mezquita no va a ser construida en Ground Zero, sino dos cuadras más abajo” Ohh, y el ataque al Mavi Marmara ocurrió solo a dos metros del limite de aguas internacionales.

Finalmente, el sureño exhibió una sensibilidad digna del Klan al decir que el sitio, donde una vez se irguieran las Torres Gemelas no era ningún “templo pagano” así que dejaran de martillar con un asunto tan pueril. A falta de argumentos, el hombre salpicaba su charla con risotadas burlonas y unos “Oh my G-d” que me sonaban blasfemos. Sobre todo viniendo de gentuza que ha desterrado imágenes religiosas de salones de clases, que prohíbe e incluso castiga, a los niños norteamericanos de cualquier denominación, por solo mencionar al Creador en la escuela.

Es ese tonito guasón que exhiben los progre cuando no saben que decir, lo que los hace más insoportables y les resta credibilidad. Caigo en cuenta que Obama es el campeón de la socarronería. Siempre adopta un tono de superioridad moral para dirigirse a la gente que no lo hace muy simpático. Pero ahora, con esta última payasada, se le agregan a su imagen de altanero los defectos de tonto y cobarde. Rebuznó sin que nadie le pegara para hacerlo, y al día siguiente no tuvo los pantalones para hacerse responsable de sus propias palabras.

Aquí no es un caso de “pobrecito Obama, cómo tergiversan lo que dice” o “lo obligaron a decir...” No lo obligó nadie. Ni los republicanos, ni los desempleados, ni los ilegales latinos, ni sus votantes. ¿Entonces por qué abrió el hocico? Pues porque quería dar un mensaje a un determinado grupo, en una ocasión determinada. Por algo lo hizo en una cena que al celebrar una festividad musulmana, no creo que incluyese a monjitas, a rabinos, ni a parientes de las víctimas del 9-11.

Vamos a ser francos. A Obama le gustan los árabes, le gustan los musulmanes. Tal vez los conozca mejor que la mayoría de los estadounidenses. Tal vez crea que el mundo islámico ha sido tratado injustamente debido a presiones del Lobby judío y que sería mejor darle una oportunidad. Mas o menos lo que hace su homólogo español. ¿Y qué ha conseguido Zapatero? Que a cooperantes y otros ciudadanos españoles los rapten los somalíes, los magrebíes, y otros de esa calaña, y que se esté cocinando una escaramuza fronteriza entre moros y cristianos en Marruecos.

Obama debía tomar ejemplo y ver a que conducen esas medidas de falsa tolerancia. Aunque como el hawaiano cambia de opinión, como de calcetines, no debería preocuparnos mucho. A él sí, porque se acercan las elecciones y su irreflexión puede costarle caro a su partido.

domingo, 15 de agosto de 2010

De mensajero de esperanza a arrogante alfeñique


Barak Hussein Obama llegó a la Casablanca con el slogan “Obama es el cambio”. Dos años más tarde ese cambio se siente, desde las ambivalencias vocales del Presidente hasta las posturas que su electorado está adoptando y que lo alejan de su fetiche hibrido.

No voy a culpar a Obama de la mezquita. Ese proyecto es un ejemplo del desvío de valores de una Nueva York que no reconozco, que no se parece al mundo en donde crecí y me formé. Pero si lo culpo por abrir la boca y decir algo tan confuso que la prensa mundial declara “Obama aprueba la construcción de la mezquita”. Luego, el hombre sale medio enojado, medio arrogante y declara que no dijo eso, que no quiere, que no va a hablar del tema. ¿Pues entonces por qué habló?

No sé que es peor, su metedura de patas la noche anterior o su intento de enmienda de la mañana siguiente. Así, los amigos que hizo ayer los pierde hoy. Y Obama se está quedando sin amigos. Los que votaron por él,  por fin son conscientes de lo que sus detractores siempre supieron. El hombre no tiene experiencia, no sabe enfrentar situaciones críticas como lo demostró durante el derrame de petróleo. El hombre es altanero, pero carece de firmeza, divide más que une y no es un apoyo para el pueblo como lo era Bill Clinton, al menos en su primer reinado.

El país se une en críticas que le llueven por todos lados; desde el Tea Party de Sarah Palin hasta los demócratas más izquierdistas. Obama se está quedando solo. En las encuestas no solo ha bajado, su mujer lo supera en popularidad. Se entiende. Pasa lo mismo que en la Argentina, que la Señora K. siempre tiene su claque porque es buenamoza y coqueta. Michelle Obama no es ni lo uno ni lo otro, pero se refugia en una imagen de madre militante, de mujer que sabe de luchas y miserias. Aunque este muy fotografiado veranito andaluz, alternando con la realeza o zampándose helados gigantes, no le ha hecho bien a la imagen de la Primera Dama estadounidense.

Volviendo a Obama, lo cierto es que nada ha mejorado con su llegada. La economía, la vivienda y el desempleo siguen en crisis. Su plan de salud es incierto y sospechoso. Se han agregado mas conflictos al problema de la inmigración y en el ámbito de las relaciones exteriores Obama no inspira admiración ni respeto.

A diferencia de su mujer y de Bill Clinton, Obama no se acerca al pueblo, no se gana el cariño ni la confianza de la gente. Es una figura distante incluso de los mismos afro-americanos que cifraron sus ingenuas esperanzas en él olvidando que Obama no es negro, es mulato. Su background en lo que respecta a familia y crianza es tan abigarrado que lo diferencia completamente del de de la gente de color de USA.

La imagen que ofrece a su pueblo y al mundo es la de un ser soberbio, pero a la vez confundido y sin grandes convicciones ni en lo que presume apoyar ni en lo que Estados Unidos siempre ha representado. Como persona y como líder, Obama exuda debilidad y para un país y un mundo al borde del caos, eso es un gran peligro.

sábado, 14 de agosto de 2010

Cuentos de mapachitas: o la ineficacia de la corrección política


A los 30 años cambié de carrera. Dejé atrás las Letras y me interné en los recovecos de la Bibliotecología. Fue ahí donde descubrí un término rimbombante llamado “políticamente correcto”.

A diferencia de Chile, donde optan por la bibliotecología los que más bajo puntaje sacan en la PCU, en USA es una carrera tan respetable que solo se estudia como posgrado. Quienes quieran optar por ser bibliotecarios académicos, deben, al menos en mi Facultad, tener otro posgrado, y hablar, mínimo, dos idiomas. Una de las cosas que más me impresionó al entrar a la carrera fue la sapiencia de mis compañeros. Otra, fue su obsesión por lo que llamábamos PC.

Mi primer encuentro con la corrección política se dio de la siguiente manera. Nos pidieron en una clase que fuésemos a la sección infantil de la biblioteca de nuestro barrio y seleccionáramos un libro que no debería ser parte de la colección. Debíamos hacer un informe sobre las razones por la cual ese material no debería estar al alcance de los pequeños y exponerlo ante la clase.

Mi amiga N. y yo éramos nuevas en este mundo, por lo que nos alegró que otra pasase al estrado antes que nosotras. Recuerdo a la compañera que comenzó la exposición. Era una mujer de edad mediana, de aspecto severo, un poco masculino, gris de ropa y de faz, un color que aprendí a asociar con el mundo PC.

Antes de comenzar su charla, no enseñó el libro ofensivo. Era uno de esos libritos de cuentos que se les lee a los niños antes que aprendan a leer. Pequeño, cuadrado con una ilustración en la portada que representaba a una pareja de mapaches vestidos de humanos. La mujer comenzó a hablar con gran vigor, mientras daba vuelta las páginas para enseñarnos las infamantes ilustraciones.

Nell y yo intercambiábamos miradas. ¿Qué había de ofensivo en el cuento de Papá Mapache, Mamá Mapache y sus mapachitos? Según la oradora, el pecado residía en que de siete mapachitos, solo dos eran hembras. Me quedé de una pieza. Peor sería que fueran siete varones. Quizás el último se convertiría en lobo en la luna llena.

La individua seguía encontrando faltas en la obra. Mientras sus hermanos eran caracterizados pescando, sacando agua del pozo y partiendo leña; las mapachitas estaban en la cocina o lavando ropa. ¡Eso era inconcebible! Ese libro no solo debía ser desterrado a patadas de la biblioteca. Además debían quemarlo en la plaza pública. Esperé a oír risotadas y protestas. Nada, silencio absoluto. Miré a la profesora. Esta asentía con expresión preocupada como si su alumna tuviera en la mano una edición de Playboy para pedófilos.

Poco a poco, oí voces a mi alrededor que concordaban con la postura de la presentadora. Según ellas, era triste que a fines del siglo XX, la literatura infantil insistiese en retratar a las mujeres en actividades tradicionales, eso daba un pésimo mensaje a las niñas. ¿Cómo se podía esperar que los varoncitos respetasen a las niñas, si hasta en los cuentos ellas eran presencias secundarias y sumisas?

Después de clase, N. y yo corrimos a la cafetería más cercana, pero lejos de los oídos de los abogados de la corrección política, y discutimos lo que acabábamos de oír. Estábamos totalmente de acuerdo que igualdad y respeto no se ganaban con un aumento de la población de mapachitas, ni que el machismo se suprimiese con lecturas que mostrasen mujeres que no sabían cocinar, pero también comprendíamos que era una guerra ya ganada por los PCs.

“¿Te fijaste en una cosa?” me preguntó N. “Ninguno de los hombres en clase participó en la discusión”.

“Si no estaban de acuerdo, ¿por qué no dijeron algo en contra?”

“No es eso,” me dijo mi amiga. “Ceo que se sintieron…amenazados”.

En ese momento no le creí, después comprendí que efectivamente había algo que cohibía a los hombres de participar en esa discusión. No eran todos machistas, ni estaban en desacuerdo, pero la virulencia de la exposición los hacia sentirse censurados y provocados

Peor que demonizar a una minoría, es victimizarla, porque lo último equivale a acusar de verdugos a quienes no pertenecen a ésta. Como toda mi generación vi la miniserie “Roots” (Raíces) y lloré por los pobres esclavos, pero también tuve la incomoda sensación de que la serie intimaba que todos los blancos éramos culpable de esa tragedia.

Es como amigos Gentiles que se quejan de la “aburrida victimización” que notan en las películas sobre el Holocausto, que incluso tienen hasta “música de victimas”. Es cierto, porque la industria fílmica sigue enfocando el Holocausto desde una sola perspectiva. Es por eso que las grandes joyas del género (la lista de Schindler, Sophie´s choice, o El jardín de los Fintzi Contini) se alejan del cliché que termina alienando al espectador y provoca irritación por esos judíos llorones que se creen que por lo que les hicieron a ellos, pueden pisotear a pobres inocentes palestinos con ojos de Bambi.

La sobreexposición de la minoría y la imposición de no sentir prejuicios en contra de ésta (los factores omnipresentes en el pensamiento políticamente correcto) están profundamente erradas. ¿Se ha suprimido la homofobia por llamárseles “gay” a los homosexuales? ¿Tratan mejor a los latinos en USA porque ya no les dicen “hispanos”? Esos juegos semánticos son ridículos y nocivos.

Es como una maestra que decía: “No puedes esperar que un hombre te considere una igual si insistes en que te abra la puerta”. Yo visualizaba a Isabel I de Inglaterra pisando la capa de Sir Walter Raleigh y pensaba “¿Por qué no? Lo cortés no quita lo valiente”. Yo no quería ser considerada una igual. Al final no lo somos. Parimos, menstruamos, orinamos sentadas, eso no nos hace inferiores, pero no nos iguala. Lo que yo quería era ser adorada.

Cuando estaba recién llegado a USA en los 70’s, mi pobre padre le abrió la puerta a una colega que le escupió una diatriba en la cara sobre la igualdad de los sexos. Mi Pa sigue abriendo puertas a las damas, pero odia a las feministas.

Volviendo a las mapachitas. No solo las feministas insisten en la inclusión de mujeres en historias de machos. El Lobby Gay también anda detrás de toda serie de televisión que no incluya personajes o parejas homosexuales. Se dice que por años presionaron a “Lost” para que incluyera un gay entre los pasajeros del Vuelo 316. Mis respetos a los productores por no doblegarse ante el chantaje de lo políticamente correcto.

En las tribus afganas, las mujeres cortan leña, pescan peces, y sacan agua del pozo, y eso no impide que sus hombres les corten la nariz o les den de latigazos. ¿Tener más mujeres en una serie impedirá el auge del femicidio? No lo creo. No sé como se erradica el machismo en los hombres. Más me importa saber como erradicar el machismo en las mujeres. Pero estoy segura que no se logra nada teniendo más mapachitas que mapachitos en cuentos.

Hace unos años, escribí una reseña para una revista sobre una serie llena de mujeres que no se comportaban como tal. Incluí un párrafo en el que decía que la razón por la cual los hombres veían “The L Word” no era por apoyar a las lesbianas y su modo de vida, sino porque les gustaba ver mujeres desnudas, manoseándose y besándose. Ese párrafo me lo censuraron. No era políticamente correcto.

jueves, 12 de agosto de 2010

¿Víctimas de la Concertación? Hay menos posibilidades de que los mineros estén con vida




Esta madrugada, Laurence Golborne, Ministro de Minería, admitió que son bajas las posibilidades de que los mineros atrapados en la mina San José sigan con vida. Así culmina una semana de tragedia nacional y zozobra para los familiares de los operarios. Y así descubrimos otra barbaridad que la Concertación ha amparado por años.

La mina San José, de donde se extrae oro y cobre, queda en el Norte de Chile, en la zona desértica de Calama. El jueves pasado, a raíz de un derrumbe, 34 operarios quedaron atrapados en su interior, a 700 metros de la superficie. Durante la semana se han efectuado labores de rescate con sondas y perforadoras, mientras circulaban todo tipo de noticias oficiales y rumores. Se sabe que son 34 los atrapados, pero sólo se conocen los nombres de 33 de ellos. Se decía que tenían agua y oxigeno para 72 horas. Luego se extendió ese periodo de supervivencia, aunque voces susurraban que el supuesto refugio donde se encontraban los mineros sólo tenía oxigeno para diez personas. Una situación dantesca.

Más allá de esta horrorosa tragedia, nace una más pavorosa. Esta mina había sido declarada como peligrosa y se la clausuró el 2007. Clausura que se alzó un año más tarde, durante el Gobierno de Michelle Bachelet. ¿Cómo? ¿Por qué? En ese año hubo otro accidente y desde entonces el Sernageomin (Servicio nacional de geología y minería) está sumariado. Lindo, pero la mina seguía trabajando a full con mineros en situación precaria y con las vidas en la cuerda floja.

Según Javier Castillo, el secretario del sindicato de mineros de la San José, el Sernageomin sabía desde el 2003 (gobierno de Ricardo Lagos) que esta mina presentaba problemas. Las declaraciones que hizo Castillo a CNN Chile incluyen la acusación de que la mina carece de las vías de escape que exige la ley. Castillo dijo haber comunicado esta información al Ministro Golborne quién aparentemente no tomó medidas. ¿Cuáles serian esas medidas? En estas formas de gobierno, que al final son más burocráticas que democráticas, toda acción requiere de innumerable papeleo, reuniones, memorandos que toman tiempo infinito durante el cual las buenas intenciones se pierden, las acciones se truncan y todo vuelve a un status quo fatídico.

Otros trabajadores declararon por radio que hacía una semana que la mina presentaba fallas geológicas, las cuales habían ocasionado daños e incluso a un minero tuvo que amputársele una pierna debido a un accidente laboral. La administración de la San José se tomó cinco horas después del derrumbe, que ha dejado dos muertos y varios heridos, antes de avisar a Ximena Matas, Intendenta de Calama. Ya son muchas yayas y nadie se responsabiliza. Los representantes de la minera no se atreven a apersonarse en la zona afectada, y mandaron una declaración de que sí se habían respetado las reglas de seguridad. El gerente Pedro Simonovic dijo que “esto no se podía prever” y que los accidentes ocurridos anteriormente “ya estaban superados”.

Nuestro actual gobierno no se ha quedado con las manos cruzadas. El ministro Golborne retornó de un viaje a Ecuador para hacerse cargo de la situación. El Presidente Sebastián Piñera, tras el accidente, ordenó una investigación y ya se destituyó a varios directivos del servicio geológico estatal. Pero eso es sólo el comienzo, la punta del iceberg en lo que respecta al caos que existe en el interior del sector minero de un país que vive de la minería. Ayer me enteré que en Chile, uno de los mayores exportadores de cobre del mundo, nada más existen 16 inspectores de minas.

Un ingeniero, en la Radio Cooperativa, dijo que en Chile no tenemos buenos equipos de rescate. Pero Señor ingeniero, el huevo viene antes de la gallina. ¿Por qué se permitían las labores en una mina que ya presentaba problemas de estructura y no tenia las vías de escape necesarias? ¿Por qué esperar a que haya necesidad de un equipo de rescate y no mejor prevenir una tragedia?

A pesar de que el diputado socialista Fulvio Rossi (por una vez dijiste algo sensato) declaró que sería “de una mezquindad incalculable culpar al actual Gobierno o culparlos de la extrema precariedad de la salud ocupacional en Chile”, un paseo por la blogosfera chilena rojiprogre (voy a referirme a ella como BCRP) demuestra que los ociosos siguen rebuznando. Que si Piñera no se hacía presente. Lo hace el Presi y se burlan de él. “Seguro que Piñera quiere sacar a los mineros el solito”. Otros se quejan de que no trajo a la Cecilia. Se apersona la Primera Dama en la zona y se quejan que Piñera se fue y dejó a la mujer para que lo represente. ¡Pero si el Presidente tiene que seguir gobernando el país!

Otro se queja que este gobierno no hace nada para evitar tragedias. ¿No saben contar? En cinco meses de gobierno no se pueden reparar veinte años de anarquía y corrupción. Otros acusan al Ministro Golborne de estar de vacaciones. Estaba en una misión oicial, formando parte de la comitiva presidencial. Los tuiteros ateos se burlan de las cadenas de oración que se hacen por el rescate de los mineros. Oigan, si como vamos sólo D-s podrá rescatarnos.

Pero qué se puede decir de ellos, cuando la misma Izquierda parlamentaria aúlla exigiendo una investigación. ¿Por qué no la solicitaron el 2003, o el 2008 cuando se reabrió la San José? La minería privada en Chile es un asco, pero también es cierto que los gobiernos de la Concertación, que siempre gobernaron como si fueran capitalistas, fomentaron la corrupción de las grandes empresas y recibieron su tajadita. Si esto hubiera ocurrido a cinco meses del gobierno de Aylwin, toda la responsabilidad se la hubieran achacado al Gobierno Militar. Pero a cinco meses de Piñera en La Moneda, ningún pro-Concerta quiere que le toquen a su tótem sagrado. Incluso les irrita que Tatán se lance contra el Sernageomin y no contra los empresarios.

Fuertísimas, pero ciertas, las palabras de, Monseñor Gaspar Quintana, Obispo de Calama
“La gente lo hace (trabaja en piques mineros) porque está desesperada por el trabajo, porque tiene que mantener a una familia. Se meten en minas inseguras, donde no se respetan las reglas sociales. Es casi una explotación humana. (…) ¿Por qué hoy algunos chilenos son tratados como esclavos? Es una vergüenza como país. Nos llenamos la boca con el desarrollo y qué hacemos por solucionar esto. Las autoridades, los empresarios, estamos todos metidos en esto. Sabemos que ha entrado mucha plata en estos últimos años en la minería ¿Quién manda? ¿El que tiene más plata? (…) Hay un Ministerio de Minería, hay autoridades regionales. (…) No somos una tropa de salvajes. Los empresarios deben procurar que sus trabajadores lo hagan como humanos”.

Lamentablemente, Ilustrísima,los gobiernos de La Concertación , como todo nuevo rico, adoptaron los defectos de la clase que dicen despreciar. Jugaron golf con los empresarios, repartieron bonos con una mano y con la otra se taparon los ojos ante arbitrariedades que no sólo afectan al sector minero. Ahora están apareciendo sus víctimas. ¡Qué ironía! También tienen desaparecidos a 700 metros debajo del desierto.

martes, 10 de agosto de 2010

El que esté libre de prejuicios que lance la primera piedra



Hace años leí en el New York Times, un artículo sobre los Justos. Así se denomina a los Gentiles que salvaron judíos durante el Holocausto, a pesar de que su buena acción ponía en riesgo sus vidas y las de sus familias. El autor sostenía la hipótesis de que dos factores comunes explicaban el altruismo de los Justos: una formación moral solida, y amistades con judíos.

Es muy cierto que todo prejuicio tambalea cuando cobramos cariño por alguien dentro de un grupo que nos molesta. Pero la solución al problema de los prejuicios no estriba en hacer amistad dentro de esos grupos, por lo que no aconsejo ni ir a bares gays ni a mezquitas a socializar.

Como mi madre trabajaba en el área de la moda, crecí en contacto con diseñadores, modelos, y artistas homosexuales, incluso travestis. De pequeña aun antes de conocer las dinámicas del sexo gay, yo ya sabía que ellos eran distintos. Como me explicó mi madre: “No les gustan las mujeres. Se enamoran de otros hombres” No necesitaba más para entender. Como venia de una familia excéntrica, y ya me tenía por excéntrica yo, me fue fácil aceptarlos y quererlos.

Mis primeros años de secundaria los pasé en la United Nations International School donde compartí clases con mucha gente del Medio Oriente (persas, árabes y musulmanes) que pronto se convirtieron en mis amigos, a pesar de saber ellos que yo era judía. Mi formación moral, intelectual y emocional se dio en el “crisol de razas” de New York donde aprendí a convivir con todas las fes, y grupos étnicos, por lo que a los 36 años, cuando regresé a Chile me consideraba una persona de mente amplia y carente de prejuicios.

Mi contacto con la homogénea sociedad chilena no sólo fue un shock cultural. Por primera vez me convertí en blanco de prejuicios y yo misma comencé a desarrollar los míos. Era un mecanismo de defensa rudimentario, pero válido. Finalmente, llegué a la conclusión de que en todas partes existen los prejuicios, que lo más que se puede hacer es tratar de dominarlos en uno y no provocarlos en el otro.

Revisando mi “tolerante” pasado me di cuenta que no era tal. Es cierto, yo tenía mucho cariño por los homosexuales, pero por los que sabían comportarse, los que no me ofendían ni con sus estilos de vida ni imponiéndome sus ideas. Además, yo siempre congenié con homosexuales, jamás con lesbianas. Puedo decir, y no es motivo de orgullo, que jamás he tenido amistad con una lesbiana. Trabajé para una, he tenido alumnas gays, pero nunca se dio una amistad entre nosotras.

En NY, mi camaradería con gente diferente nacía de nuestras similitudes más que de su exotismo. Solo después de descubrir que compartíamos puntos en común podía yo interesarme e incluso abrazar costumbres y creencias forasteras.

En cuanto a mi pacifica convivencia con el mundo islámico, tengo un ejemplo que ilustra perfectamente donde radicaba su flexibilidad y su falsedad. A los quince años hice amistad con una chica siria que vivía a una cuadra de mi casa. Íbamos a la misma escuela, teníamos la misma edad, y las dos estábamos tratando de aclimatarnos y de aprender un nuevo idioma. Pronto, éramos intimas amigas. Mi mamá los adoptó inmediatamente a ella y a sus hermanitos a los que recibíamos casi a diario en casa. La madre de M., a sabiendas que mi madre era muy estricta y sobreprotectora conmigo, y que en mi casa no se comía cerdo, permitió nuestra amistad, incluso la fomentó, segura de que su hija estaba en buenas manos.

Así fuimos inseparables por dos años, pero mirándolo con distancia, nuestra relación se basaba en una tolerancia ilusoria. M. venia a mi casa, yo a la suya, pero nunca me invitaron sus padres a comer con ellos o a compartir un paseo. Nunca me ofreció su padre llevarme a la escuela en su auto. M. tenía un hermano que estaba en el ejército sirio y que venía de visita a veces a NY. Cuando lo hacia, ni M. venia a mi casa ni yo iba a la suya. Eventualmente, nuestra amistad se enfrió, y cuando mi hermano y yo decidimos ir a un colegio judío, dejamos de hablarnos y vernos.

Muchas veces nos ufanamos de nuestro liberalismo que nos deja ser amigos de gente cuya etnicidad, religión u orientación sexual es diferente a la nuestra. En realidad, como M., sujetamos esa relación a ciertos parámetros que nos permiten esconder nuestros prejuicios.

Siempre hablamos de prejuicios relacionados con minorías sexuales, étnicas o religiosas, pero los prejuicios son más variados y comunes de lo que creemos. En América Latina todavía hay una lucha de clases que motiva prejuicios entre ricos y pobres. Hay prejuicios laborales contra los jóvenes, los viejos y las mujeres. Yo tengo prejuicios contra los ignorantes, y estos creen que yo soy una pedante con aires intelectuales.

El mayor prejuicio en nuestra abierta sociedad occidental es en contra del aspecto físico de las personas. No sólo se discrimina al feo, al contrahecho, al viejo o al gordo, también existe un prejuicio contra los bonitos. “No hay que salir con un buenmozo que nos la vamos a pasar cuidándolo de las otras” “No hay que tener amigas vistosas porque nos roban los pretendientes”. Nadie toma en serio a una rubia despampanante y se mira con cierto desprecio al metrosexual.

Y mejor no sigo, porque cuanto más se luche por erradicar un prejuicio surgirán cinco para reemplazarlo. Al final, que los prejuicios son inherentes al temperamento humano.

domingo, 8 de agosto de 2010

¿Cambio de Gabinete? ¡Por finnnnn!



Una de las pocas esperanzas que tenía para lo que queda del año era un cambio de gabinete. Sorprendentemente, Piñera había atrasado una medida que gobiernos anteriores ya, a estas fechas, habían tomado. “No va a cambiar a nadie,”me decían amigos derechistas.” “No puede. No tiene de donde sacar.” Pero finalmente se anunció la esperada estampida de ministros inoperantes y la llegada de reemplazantes que, esperamos, sirvan para algo.

Se sabe quienes se van. El de Salud que nunca me gustó, y otros cuyos nombres y caras me resultan desconocidos, lo que demuestra su bajísimo perfil y gestión. Minería, Vivienda, etc. Y la pobre Erna también tiene que despejar su escritorio.

¿Quiénes son los reemplazantes? Pues ya se barajan nombres. Allamand, de seguro. Si no lo hacen Ministro, A.A. está en peligro de convertirse en un furúnculo en el rabo del gobierno. Se rumora que Longueira llega a la Moneda. Por una vez me agradaría un nombramiento importante para Longueira. No me gusta Don Pablo, pero tiene cualidades que le faltan al presidente y sería un buen punto de equilibrio. También se ha hablado de mi admirado Alberto Espina, político ecuánime y efectivo, lo mejorcito que hay en la Derecha.

Y la Jacquie también sube hasta Santiago. Se lo merece después de tanta ofensa gratuita. No se sabe si la actual Intendenta de Biobío reemplaza a la von Baer o si va a Salud. Por supuesto que el griterío de protestas Rojiprogre se oye hasta Alaska.

“Histérica”, “idiota de la semana” “facha” son los cariñosos apelativos que recibe la Van Rysselberghe, uno de cuyos mayores pecados para sus refractores virtuales, es ser madre de familia numerosa, y aún así tener una brillante carrera política (¡te admiro, Batman!). Por supuesto, la Izquierda no soporta la idea de una mujer bien casada, que en vez de abortar o tomar anticonceptivos, puede parir seis hijos y gobernar primero una ciudad, y luego una región. Peligrosísima Súper Jacquie.

A ver qué pasa. Que D-s los bendiga e ilumine tanto a quienes los eligen como a los elegidos.

jueves, 5 de agosto de 2010

¿Gays paleolíticos o arqueólogos confundidos?

No hay cosa más irritante que ese prurito contemporáneo de ver los hechos de la Antigüedad con la óptica del siglo XXI. Este mal afecta hasta a los arqueólogos y los seudo arqueólogos, que hay muchos de esos allá afuera. Recuerdo un profesor que nos decía que en cincuenta siglos, al desenterrar un inodoro, los arqueologos dirían que era el trono de un rey primitivo, y que la Estatua de la Libertad era una diosa a la que rendían culto los paganos neoyorquinos. Mas o menos lo que ven los promotores de un exhibición de arte prehistórico en la Fundación Atapuerca que, según ellos, demuestra que ya en el paleolítico existía una Comunidad Gay en Europa.

La prueba son unos grabados que representan gente del mismo sexo intercambiando caricias. Eso para un par de paleontólogos, y para diarios como Público, es señal inequívoca de que el amor homosexual imperaba en la prehistoria.

¡Pobrecitos, dan pena! Un par de dibujos que ni siquiera concuerdan con la misma época (La Edad de Piedra abarca muchos siglos) no es indicación de que la sodomía o "dar vuelta la tortilla" fueran prácticas habituales en esos tiempos. Es como que, al ver esas Venus paleolíticas, asumiéramos que la obesidad también existía en los albores de la humanidad, o que el canon de belleza imperante eran las gorditas de tetas caídas.




Hay muchas interpretaciones para ese tipo de arte o incluso para comportamientos que podríamos llamar homosexuales en pueblos primitivos e incluso entre animales.

Espero que mi Maurito (desde el Cielo de los gatos) no se incomode por mi infidencia, pero aunque se le esterilizó antes de que cumpliera un año, él siempre se encaramaba sobre las gatas, ¡y también sobre los gatos! Mi Ma al verlo, con lógica de judía freudiana, decidió que era un “pervertido gato bisexual”. Años más tarde, el veterinario me explicó que lo que Mauro quería era establecer jerarquía, doblegando a los otros machos. Un poco como ocurría con ciertas tribus de Nativos Americanos, que cuando un “bravo” fallaba en el ejercicio de las armas, se esperaba que se vistiera de mujer y actuase en consecuencia. Incluso convirtiéndosele en concubino de otro bravo.

Antiguamente, a los prisioneros de guerra se les violaba (y no tan antiguamente. Es lo que los Gurkhas del ejército británico hicieron con los prisioneros argentinos durante la Campaña de las Malvinas). La violación heterosexual y homosexual sigue siendo parte de los métodos de tortura modernos ¿Entonces por qué pensar, cada vez que se encuentra una ilustración como esas, que es evidencia de la tolerancia o licencia de su época?

Bien podrían representar estos grabados escenas de tortura, actos de guerra, o incluso podrían ser dibujos didácticos para ilustrar comportamientos negativos. Por ejemplo, describir las acciones nefasta del culturas enemigas. Tal como la Biblia cuenta que las naciones rivales de Israel practicaban actos deleznables que iban desde el infanticidio hasta intentar violar a los ángeles, como ocurrió en Sodoma.

Los promotores de esta curiosa visión arqueológica, están entusiasmados con su hipótesis enclenque, que según ellos, certifica que la era rupestre era más abierta que otras, y que la sexualidad perfecta, tal como lo demuestran los comportamientos de los simios, es homosexual. Ósea, deberíamos vivir como los trogloditas y los monos. ¡Gran idea!

A ratos su ignorancia conmueve. Encontraron una escultura que representa un doble falo ¡y partieron de la base que era un consolador prehistórico! ¿Cuántos pueblos antiguos no usaban representaciones de los órganos reproductivos humanos como objetos religiosos? Aun hoy, en la India, y otros países del Oriente, en ciertas festividades se llevan en procesión esculturas del “lingam” y del “yoni” como símbolos de fertilidad. Y a nadie se le ocurre que una recatada dama hindú se va a meter uno de esos objetos en sus partes.

Efectivamente, hay animales que pueden exhibir comportamientos homosexuales, pero como los humanos somos los únicos que derivamos placer del sexo, habría que preguntarles a estos monitos por qué lo hacen. Quizás como Mauricio, lo hagan para humillar al contrincante en vez de, como lo ven nuestros depravados ojos, andar buscando sensaciones voluptuosas.

Efectivamente, en todas las épocas ha habido homosexuales. Como se han podido observar conductas homosexuales “”transitorias “en espacios donde conviven grupos segregados del sexo opuesto, tales como internados, monasterios, barcos, y cárceles. Pero que un pirata sodomizara a su grumete o que un par de cowboys, más de un siglo antes de Brokeback Mountain, se “calentasen” mutuamente en el trayecto desde Abilene a Santa Fe, no implicaba que ése fuera su “estilo de vida alternativo”.

Pero, eso no lo ven estos arqueólogos ansiosos de demostrar que lo que es la norma en San Francisco en el Tercer Milenio, también lo era en La Edad de Piedra. No se dan cuenta que el auge de una “Cultura” Gay poderosa y estridente sólo puede existir en una sociedad como la nuestra, erotizada, exhibicionista, consumista y ociosa.

¿Qué dirán los arqueólogos al ver nuestras ruinas en cien siglos más? ¿Conjeturarán al ver la Torre Eiffel, El monumento a Nelson en Trafalgar Square y el Obelisco de Buenos Aires que son indicios de razas de gigantas que usaban esas construcciones fálicas como consoladores?

Por eso prefiero a seudo arqueólogos como Erich von Danniken que profesan que todo en la Antigüedad se relacionaba con los extraterrestres. Epa ¿no será que los alienígenos también tienen Mafias Rosas?