domingo, 3 de abril de 2011

Los Protocolos, Umberto Eco y los peligros de un protagonista antisemita


Leía hace unos dias en Patria Judía que Los Protocolos de los Sabios de Sion, tras todo un debate legal,  se han republicado en Rusia. Para colmo, el librillo de marras está siendo publicado sin un “disclaimer” que alerte al lector que se trata de un documento falso.  Como este tipo de literatura es una bombita, me sorprende no ver más indignación de grupos judíos en contra de esas re-publicaciones. Sobre todo,  cuando hace poco, la comunidad judía italiana y hasta El Vaticano se pronunciaban vociferantemente en contra de El Cementerio de Praga, la última novela de Umberto Eco.

Antes de comenzar con Il Maestro Eco, volvamos a Los Protocolos.  Para los no iniciados, este panfleto es un producto creado por la policía zarista, a fines del siglo XIX, para excusar las políticas genocidas del Imperio Ruso contra sus judíos. En el se describe una conspiración mundial, de judíos,  masones (la famosa conspiración judeo-masónica) y comunistas, que pretende controlar el globo terráqueo. A pesar de que en 1921, expertos (que no eran judíos) probaron que el panfleto era un fraude, e incluso un plagio, Los Protocolos han seguido circulando por todo un siglo, influyendo en las ideas y acciones de Henry Ford, el Cabo Hitler y varios gobiernos islámicos.


 Una razón para republicarlos en Rusia es porque es terreno fértil para creer en conspiraciones  con una sociedad desarraigada, una juventud desorientada, traumas sociales e inseguridades económicas omnipresentes que  invitan a la lectura de algo que explique el caos que rodea al lector.  Y las autoridades, tal como las de  la Rusia de los zares, estimulan esta lectura porque ayuda a crear un chivo expiatorio que los libere de su responsabilidad en ese mismo caos. Por eso lo publican sin ninguna indicación de la falsedad de su contenido. Goebbels, siempre tan avispado, reconocía la falsedad de Los protocolos, pero como decía en sus Diarios era un gran instrumento para formar un entorno judeofobo. Ese es el gran y peligroso propósito de Los Protocolos, pero no así de El Cementerio de Praga, que no es más que una obra de ficción.
Umberto Eco


Umberto Eco es un gran novelista. Se le puede considerar un literato, puesto que es amigo de filigranas, de barroquismos y otras técnicas experimentales que hoy en día son lo que separan al novelista comercial del verdadero escritor. Si, Eco fuese más comercial lo consideraría un buen exponente del género de aventuras, tipo Robert Louis Stevenson o Dumas pere. Es entretenido a pesar de lo complejo del lenguaje y tiene mucha imaginación.

El Cementerio de Praga es un diario de vida, formato casi tan complicado como el género epistolar. El diario pertenece a un tal capitán Simone Simonini, un antihéroe por antonomasia, y probablemente el protagonista más antipático de la historia. La historia abre en el Paris de la Belle Epoque donde reside este piamontés sinvergüenza, xenófobo, misógino y profundamente antisemita. ¿Cual es entonces la gracia del individuo? Pues que es un artista del fraude, un maestro en la creación de documentos falsos y que se gana la vida ofreciendo servicios a las altas esferas del poder y  fabricando conspiraciones . Es así como Smonini conoce a personajes reales y es testigo en incluso artífice de momentos históricos y puede ser el fabricante de  Los Protocolos de los Sabios de Sion.


La novela es un homenaje al folletín decimonónico y la hubiese gozado más si Eco hubiese seguido esa hechura, pero en aras de su estatus de escritor serio, cae en trampas intelectuales y enredos estilísticos que dificultan la lectura. Lo que no dificulta sin embargo son las diatribas del piamontés en contra de todo el que incita su odio, principalmente los judíos, o la clara implicación de que detrás de las maquinaciones de Simonini están la Iglesia y sus representantes que abarcan al siniestro abate Dalla Picola, el doppelganger del protagonista que viene a recordarle lo que el viejo no quiere recordar.

Es cierto que la intención patente del autor es repudiar el racismo xenófobo de Simonini, demostrar que las teorías de conspiración son parte de una maquinaria mete-cuco que termina manipulando nuestras ideas y deformando nuestra moral, pero también es cierto que corre riesgos al darle voz a Simonini para que exprese todos los crímenes que la humanidad  le ha adjudicado al pueblo hebreo. Para que Simonini fabrique libelos antisemitas debe él mismo ser juedofobo, algo que le ha inculcado su abuelo y que repetirá a lo largo de la novela.

Que Simonini califique  a otros pueblos con epítetos ofensivos carece del peso del persistente discurso antisemita.  Si se le dice a un congolés que un croata es un ignorante, a un japonés que los españoles son fatuos y a un guatemalteco que los ingleses son cochinos, no  provocará más que una  encogida de hombros. Pero si se les dice a las mismas personas que los judíos controlan la economía mundial asentirán aunque no hayan visto a un judío en sus vidas. Simonini  acusa puntualmente a los judíos de manipular nuestras finanzas, dirigir nuestros gobiernos, influir aun sobre la Iglesia, y estar siempre ahí,  al margen de la sociedad, dispuestos a destruirla.

 Si algo recuerdo de mi experiencia pedagógica es la importancia de la repetición coral en el proceso de instrucción y adoctrinamiento. Leer estas imputaciones, que son eco de muchas visiones anti-sionistas o antisemitas perpetuadas en  nuestra sociedad, crea un coro gigantesco en la mente del lector. No es ese el propósito de Umberto Eco, pero puedo comprender que le lluevan críticas, de catedráticos, críticos literarios, representantes de la comunidad judía italiana y hasta de L'osservatore romano,  que por supuesto ayudan a vender el libro. Traducido ya al español, El Cementerio de Praga ha sido un bestseller en todo el mundo hispánico y este año entra en el mercado anglo-parlante donde seguramente gozara de igual éxito.


Para disfrutar nuestra lectura necesitamos identificarnos con el protagonista. Leer El silencio de los inocentes no nos da antojos de comernos al vecino, pero hay opiniones de Hannibal  Lecter que compartimos e incluso admiramos. Para quien tenga una postura ambigua hacia los judíos, lo que abarca a tres cuartos de la población mundial, el antisemitismo de Simonini se vuelve un punto de encuentro. ¿Cuántos anticlericales conozco que no se creyeron que todo El Código Da Vinci era verdad,  un panfleto real que desemascaraba a la Iglesia y al cristianismo? Es que eso de Priorato de Sion, Sabios de Sion, Sion-istas huele a turbio, a conspiraciones a, como diría el Ministro, “gente que conoce palabras secretas”.
Riccardo Di Segni


No pretendo criticar a Eco, aunque hubiese preferido un libro menos confuso y más parejito, pero concuerdo con lo dicho por Riccardo Di Segni, Gran Rabino de Roma: “Al final, el lector se pregunta '¿pero estos judíos quieren derrocar a la sociedad y gobernar el mundo?'. El problema es que no estamos tratando con un libro científico que analiza y explica ciertos fenómenos. Il cimetero di Praga es una novela, y tiene, además, un argumento que trata de convencer".

Toda esta controversia, que tiene sus puntos a favor y en contra, eleva una última pregunta. ¿Cómo entonces debe escribirse sobre los judíos u otras etnias? ¿O cómo debemos escribir los judíos sobre nosotros mismos y evitar caer en trampas antisemitas en el intento? De eso hablaremos más tarde.

23 comentarios:

Heitai dijo...

Doña Violante, hace unos días tenía un mensaje anónimo en mí blog, en que criticaba mi post sobre el problema mapuche, y obvio, no solo me descalificaba a mi sino a todos los que habían dejado comentario, incluyéndola, sin embargo, no terminé de leerlo por que primero hablaba algo de la cultura (parecía antropólogo), pero en un momento escribió que un país se consideraba indígena si tenía a lo menos algo de 12% de sangre indígena. Eso fue suficiente para mí, me hizo recordar como un rayo el concepto de eugenesia y de frenología, me impacta que aún hoy esos argumentos racistas aún sean usados, pero me hace recordar que lo que hace peor a los racistas de izquierda, es que no parecen darse cuenta que lo son ¿cómo es posible que para validar sus argumentos, usen las mismas seudo ciencias que los nazis? el mito del salvaje bueno, solo es un argumento racista, y es asombroso que aún goce de buena salud, asombroso y vomitivo.

Bueno Doña Violante, terminé mi post sobre “vender miedo”, pero no estoy seguro si es buena idea publicarlo, por que parece que se me pasó la mano, por lo que esperaré su opinión y luego decidiré si lo dejo o lo borro.

Violante Cabral dijo...

¿Borraste el post de la antropologa? Me hubiera gustado leerlo. El otro día que, para variar estaba apurada y no medí mis palabras, le dije algo a Javier que daba a entender que yo creía que existía tal cosa como raza judía. Raza es un abstracto genérico. No creo en su existencia, pero si en algo llamado cultura, que abarca tradiciones, que esta arraigado en un medi-ambiente geográfico y lo que Jung llamaba el subconciente colectivo.
¿Ya publicaste tu post "peligrosón"?Lo voy a ir a leer. Sino recuerda que en el otro blog (Divine Secrets) hay algo que pasa por correo mio. Por si quieres dejarme ahi una copia.

Heitai dijo...

Lo acabo de subir, y borré el mensaje, por regla no aceptó anónimos, ni racistas, ni tarados con el nick Stalin o semejantes, ni brutos que confundan Chile con la dictadura de Irán, o cosas semejantes, además, ya me di cuenta que si se pisa el palito, los troll zurdos pueden rellenar un blog como el mío.

Violante Cabral dijo...

Haces bien

Javier Bazán Aguirre dijo...

Violante:
De hecho, con la prueba del ADN, no existe la raza. Incluso, podemos con esa prueba remontarnos a nuestros pasados africanos, polinesios, chinos, etc. En programa de Discovery, mostraban que afroamericano que él pensaba que era del origen africano, resultó que su ADN tenía oriegn europeo.

Ahora te entendí mejor lo que querías decirme. Hay cultura y tradiciones.

Sobre el post, en 'Libertaddigital' el comentario al libro a Eco no lo encontraron tan inocente. ¿Por usar ese personaje para los 'Protocolos'? Parece que Eco tiene algo de judeofobo. Quizás el personaje tiene algo de Eco.

Violante Cabral dijo...

si, te pido discupas, por el mal uso de la palabra. Unoe s hijode su entorno,de su cultura, hasta de su clima, pero tambien de un bagaje hereditario a veces subconciente. El otro día veía en YouTube un video de Tieste bajo los embates del Bora (un viento muy fuerte que tienen alla) y sentí una nostalgia tremenda y yo no he pisado Trieste en mi vida, pero mis abuelos maternos si.
Que lata que por ser prisionera del tiempo me haya perdido esa critica de Eco en Libertad Digital. La voy a buscar. No pongo a Eco en el mismo bote que Saramago, pero hoy esta de moda escribir abiertamente en contra de la Iglesia (él lo hace) y veladamente en contra de los judíos (él lo hace)

Anónimo dijo...

Los protocolos de Sion se han venido reinventando según la ocasión. Hitler los adoptó a su "lucha" contra los judíos.

Creo que la versión más dañina es el movimiento que denuncia el "Nuevo Orden Mundial". Ya hemos hablado de quienes son esas personas: Alex Jones, Lyndon LeRouche, Pat Buchanan, G. Edward Griffin.

El tontito Salfate, copia todo el material de Alex Jones, sin notar que hace eco a esta antigua teoría conspirativa, y si lo ha notado, no le importa.

Violante Cabral dijo...

Para ser justos, Eco es explicito en que Los protocolos son falsos, pero la tesis de Simonini es que los judíos son tan malos que es valido mentir sobre ellos. Algo que creen tacitamente en el Oriente Medio.

Angel dijo...

¿Son realmente falsos los Protocolos de los Sabios de Sion?Porque, aparte de su curiosa coincidencia en algunas frases con una obra de 1865 ("Diálogo en los infiernos entre Maquiavelo y Montesquieu", de Joly), los hechos que relata y sus planes se correspondfen con mayor similitud aun con lo que actualmente ocurre en el mundo, al amparo, curiosamente, de una pleyade de multimillonarios judíos cuyo modus operandi actual POCO DIFIEREN DE LO ESCRITO EN LOS PROTOCOLOS EN 1905.

Violante Cabral dijo...

¿Pues que te puedo decir? El que quiera creer en Los Protocolos o que el Fuhrer adiestra pinguinos en la Antartica, alla él. Hay mas que una mera coincidencia con el Dialogo en los infiernos, y lo que no tomaron de ese panfleto lo plagiaron de la novela Biarritz, pero cuentame quienes son esa pleyade de mutimillonarios , aparte de George Soros cuyo judaísmo es un mero accidente histórico no conozco a otros. Si, creo en una elite de gente que manipula el mundo, pero en su gran mayoría no son judíos.

Anónimo dijo...

A esto me refería con el movimiento que denuncia el "nuevo orden mundial"....

Angel dijo...

¿Te suenan los Rockefeller, los Rothshild, Los Warburg, los Schiff, los Steven Spielberg, y otros variuos judios multimillonarios que no hayan la hora de destruir la sociedad valorica occidental?

Violante Cabral dijo...

Francisco me hablaste de un “nuevo orden”, pero Ángel me lleva al Siglo XIX.

Ángel me podría pasar horas informándote que ni los Rockefeller ni los Warburg se sienten muy judíos, creo que los fundadores del linaje serian judíos, pero sus descendientes no han pisado una sinagoga en su vida. En cuanto a los Rothschild, mal podrían conspirar si nunca estaban de acuerdo en nada. Incluso hay ramas de la familia que eran sionistas y otras no.

El problema Ángel, es que toda esa gente que mencionas (excepto Spielberg) ya dejó de tener influencia. Hace cien años, el vulgo los hacía protagonistas de conspiraciones, pero hoy el poder está en los banquero, los millonarios y los mediáticos que ya no son judíos ni son Rotschild. ¿Quién maneja los bancos en Chile? Veo que no te gustan los millonarios, a mí tampoco, pero no mezcles peras con manzanas. Revisa la Revista Forbes para saber quienes son los más ricos del mundo. ¿Es Bill Gates judío? ¿O Donald Trump? ¿O el sueco, dueño de IKEA? Carlos Slim es Libaneés. Si me dijeras Zukerberger por lo menos.

¿Y cómo planea Spielberg destruir a la sociedad occidental? ¿Va a traer a los alienígenos?

También explícame qué llamas tú “la sociedad valórica occidental” Si te refieres a los valores morales occidentales, te recuerdo que son judeo-cristianos.

Heitai dijo...

Doña Violante, ya que le ha dado tribuna a trolls jeje.... y menciona a Spielberg, le vengo a meter miedo de nuevo, por que anoche me encontré con esto:

Informe del FBI

es del FBI, esta en sitio del FBI, y ya fuera de bromas, admito que es la primera vez que me quedo de una pieza.

Violante Cabral dijo...

¡Los marcianos llegaron Ya! Que vengan, que vengan que nadie los detenga. Y seguro que son judíos. Ya me dan ganas de reirme como el MonjeLoco.
En cuanto a los trolls, aunque estos son mas traucos que trolls, por principio los dejo entrar, pero que no me jodan la paciencia, que es escasa y tengo mucho trabajo.

Heitai dijo...

Espero que los incendios solo fueran humo de la TV, Doña Violante, y que no pasara de una anédota.

Violante Cabral dijo...

No fue solo humo para la gente que vive cerca, ni para los pajaritos de los árboles que se quemaron ni para Violante en Recreo que despertó a las 3 de la mañana con alergia y sofocada por el humo que el viento trajo hasta acá. A las 4 ya no podía dormir y ya estaba metida en ese trabajo de Sisifo que me impide bloguear y hacer nada útil mas que cargar el agua en un balde roto.
Lo incoherente es que lei en algun diario que los 6 focos fueron intencionales. ¿Qué quiere decir intencional? Que alguien fue de picnic y dejó una botella olvidada. ¿O que un chistoso inició el incendio con alevosía?

Ministro dijo...

Lo ultimo

Heitai dijo...

Mi estimada Doña Violante, Ud. preguntaba en mi blog por que se ofenden en este gobierno por la estrofa de los militares, siendo que antes de la independencia de Chile, existió el Ejército de Chile, pero aún siendo casi todos los miembros del gobierno, personas de buen pasar económico, pues ya lo decían los romanos, y en especial sobre el $4dc, "fortuna non addit sapientiam"

Violante Cabral dijo...

Como estaba de carrera entre un album y una nota terminé contestando dos de tus posts en uno y luego no lo podía encontrar para borrarlo.
Es que hay algo que se llama "plutocracia" y otro que se llama "buena familia". La "gente bien" de hoy son como dirían en mi familia "rotos con plata". La gente amante de las tradicines muchas veces hay que buscarla entre los huasos (dicho con respeto) o en la clase media tirando a baja. Es increible cuanto más sencillos, mayores valores encuentras en ellos.

Heitai dijo...

Gracias Doña Violante, leyendo su blog pude escribir otro post. Siempre pienso que ya no tendré más ideas y al final alguna "cosa" nace.

Violante Cabral dijo...

Ayy yo soy al reves.Estoy llena de ideas, pero esposada a la maquiladora, dandole, dandole. Esta noche hice trampa y gasté mi tiempo en reponderte en tu blog.

Ministro dijo...

Doña Violante

Veo que anda muy leida. Saludotes