lunes, 16 de enero de 2012

Ignorancias del antisemitismo chileno: Hinzpeter, Maximiliano Grass y los lectores de The Clinic

                                          
Hace unos días hablaba con un amigo judío al que no veía desde el 2004. Antes de cumplirse cinco minutos de intercambio telefónico ya  estábamos de acuerdo: el antisemitismo en Chile va en auge. Aunque  el fenómeno parece girar en torno a la figura del Ministro del Interior, Rodrigo Hinzpeter, en realidad la judeofobia chilena ha estado siempre ahí. Aflora o por adoctrinamientos ancestrales o por agendas modernas, pero se perpetua sobre todo por la gran ignorancia que caracteriza a nuestra clase media profesional.

Comienzo con algunos postulados. El antisemitismo existe desde que D-s  creó al pueblo hebreo. El antisemitismo nunca va a morir, puede que duerma una siesta larga y luego despierta disfrazado de otra cosa. Desde la creación del Estado de Israel el antisemitismo usa el seudónimo de “anti sionismo”. Desde hace un par de años  el antisemitismo en Chile ha salido del closet pero se ha convertido en un arma política para todo el que quiera desacreditar al gobierno y a las instituciones. Esa es la diferencia, porque hoy el discurso antisemita mas soez no viene de parte de grupúsculos descerebrados sino del hocico de profesores, parlamentarios y dirigentes políticos que lo vomitan sin empacho como si estuvieran en el Tercer Reich.
<= Tuit del profesor de Ética de la Universidad del Maule, Iván Canales 


La situación ya se ha vuelto tan incómoda que la semana pasada, Maximiliano Grass, Presidente de la Federación de Estudiantes Judíos se vio obligado a tratar el tema en una entrevista a The Clinic. Hasta leer esa nota yo no sabia quien era Maximiliano Grass, ni que existía tal federación. No estoy muy segura de que concuerdo con todo lo que dice Grass. Lo que si sé es que un tema tan serio debería haber tenido mejor marco que The Clinic.

Yo no leo The Clinic. Encontré la  nota por casualidad en Twitter. Me es difícil explicar a mis lectores extranjeros que es The Clinic o encontrar alguna publicación equiparable. Es un pasquín que se las da de saber de política, pero cuya nota más vista de la semana se titula “Perla, tan caliente como tú”. La segunda mas vista es una semblanza de Anita Alvarado escrita por su abogado.

A mi no molesta que The Clinic lucre con las calenturas de Perla o los secretos de la “Geisha” Alvarado. Me molesta su juego político. Me molesta su cinismo hipócrita, su pretensión de no casarse con nadie cuando en realidad sirve a los intereses del grupo más nefasto de la política chilena, el anarco-rojerío,  y busca exacerbar los lados mas feos del extremismo sea de Izquierda o de Derechas. ¡Y puchas que hay lados feos por ahí!


Eso fue evidente en las respuestas de sus lectores que dejaron más que claro como opera la mentalidad del antisemitismo chileno. Una mentalidad que se nutre de argumentos añejos, y mitos ignorantes y difíciles de sustentar. Una vez dije en este blog que no sabía de dónde nacía el antisemitismo chileno. Solo leer esos 33 comentarios (mas una cantidad de información que canalizaré en otra entrada) me ayudaron a entender.

Lo que dijo Grass, en resumen, fue que Hinzpeter no representa a la comunidad judía chilena y que es injusto que todos los judíos paguen por los platos rotos por el Ministro.  En realidad, un  individuo jamás representa a ninguna comunidad, pero ese tipo de lógica se pierde en el pensamiento indocto e incoherente del hombre-masa chilensis que curiosamente no recluta sus seguidores ni en el lumpen ni el campesinado, sino en la clase media semi-educada.

Maximiliano Grass

Los comentarios vienen de todos lados  del extremismo político, desde los que cantan “La Internacional” hasta los que silban el “Horst Wessel Lied”. Un consenso que une a estos polos opuestos es su pésima opinión de los judíos. Hay algunos que la expresan con redacción cuidada, otros a punta de garabatos dirigidos hacia el mundo hebreo. La calidad de los argumentos, sin embargo, evidencia un raciocinio superficial de gente que se informa vía redes sociales, revistas de farándula y leyendas urbanas.

A ratos el nivel de discurso recuerda al más rancio antisemitismo europeo. Un comentarista se queja de encontrar el “hedor” de los judíos hasta en The Clinic. Otros utilizan argumentos ultra manoseados por agendas palestinas desde el momento en que los palestinos decidieron convertirse en victimas profesionales y para eso hubo que restarle  cualquier rasgo de mártir u oprimido al enemigo. Irónicamente, dicen que es peligroso el “infiltramiento” de jóvenes judíos como Grass en la sociedad chilena. Estoy segura de que la Familia  Grass tiene más tiempo en Chile que ciertas etnias que se están infiltrando  más recientemente en nuestro país y precisamente gracias a los manejos de quienes escribieron esas mismas palabras.

Hay comentarios de quien acusa los judíos de apátridas y extranjeros en Chile y hay de quien los acusa de ser fascistas. Otro lo rebate aludiendo a la sana contribución judía al marxismo chileno. ¡No nos defienda, compadre! Este mismo señor se queja de que  Hinzpeter sea el único ministro judío del gobierno de Piñera, lo que  demuestra lo mal que la Derecha trata al pueblo judío. ¿Caballero si ya tenemos bastante antisemitismo con Hinzpeter se imagina como estaríamos si hubiera más ministros judíos?

Pero los comentarios más repugnantes vinieron de una personita que se auto apoda “Lina Whisky” y que representa para mi el tipo de antisemita mas nocivo. El que finge o hace creer que “conoce” a los judíos, que “sabe de sus manejos”. Madame Whisky es toxica en toda su sapiencia. Pretende saber como funcionan las sinagogas, las escuelas judías, incluso susurra como conspiradora que sabe que la comunidad ya meterá en cintura al Presidente de la Federación de Estudiantes Judíos. Dice que todos los judíos  chilenos se reúnen en la sinagoga y obran según dicta el rabino, y que a Grass lo castigara “el consejo de ancianos de su comunidad” ¡Ayy no, los Sabios Gatunos! ¿Qué leyó esta pendeja? ¿”El Cementeriode Praga” de Umberto Eco?


Maximiliano Grass se une a  la lista de comentarios y le cuenta que nadie lo ha censurado. Con una serenidad y paciencia digna de Hillel le explica que un rabino es solo un guía espiritual, que la comunidad es tan diversa que seria imposible imponerles ningún criterio. Que los rabinos no son curas, que lo que opinen o piensen no tiene el peso de la palabra divina. Se guarda de decirle cosas básicas como que hay muchas sinagogas en Chile, muchos rabinos.

“Rabino” es solo un titulo que quiere decir “maestro” y por eso Jesús que era rabino era llamado así por sus discípulos. En el judaísmo  se pueden tener servicios religiosos sin necesidad de sinagoga ni rabino. Solo se necesita de un grupo (minyam)de diez hombres circuncidados y mayores de doce años. Las bodas judías suelen ser al aire libre y  la presencia del rabino es deseable, pero no obligatoria. No se necesita de  un rabino para circuncidar a un niño. En mi escuela como éramos solo mujeres rezábamos las oraciones diarias sin siquiera eso. He asistido a servicios sin rabinos y a otros en que el minyam estaba compuesto casi todo por rabinos, puestos que la actividad rabínica no esta subordinada al templo. He conocido rabinos médicos, militares, abogados, ingenieros, siquiatras, académicos, filósofos y hasta un Chevalier de la Legion D’Honneur. El amor de mi vida era rabino y músico.

Pero Lina Whisky no escarmienta. Continua diciendo que ha trabajado para una escuela judía en New York y que se sabe (aunque no quiere entrar en detalles) como funcionan  las jerarquías y sistemas de liderazgo en ese entorno. Vaya, yo le gané porque me gradué de una escuela judía y enseñé en otra. Si  hay algo que supera a la cantidad de sinagogas en NY es la cantidad de escuelas judías. Entre mi casa y mi universidad en NY había cuatro escuelas judías, incluyendo Solomon Shechter donde estudió la primaria Natalie Portman. Ninguna de esas instituciones tenía el mismo sistema de “jerarquía” ni  la misma manera de crear “liderazgo” y en ambos aspectos no diferían de otras instituciones escolares  de  cualquier denominación.

Además no entiendo qué tenga que ver el modo en que funciona un sistema escolar con Hinzpeter y la nefasta influencia de los judíos en Chile. Perdón, no solo en Chile. Lina Whisky termina su reporte con una frase criptica “los judíos están arruinando ese gran país (USA) y la economía mundial”. ¿Qué tendrá que ver la economía mundial, los problemas de los gringos, las intrigas laborales en una escuelita de un poblado neoyorquino, los desmanes de Hinzpeter, y los judíos en Chile? Pero así funciona el antisemitismo con medias frases, con susurros copuchentos siempre sabiendo que la ignorancia es el terreno más fértil para sembrar la judeofobia.

Debido a que la mezquindad humana es tan transparente creo adivinar de donde surge la hostilidad  de Lina Whisky. Esas jerarquías le impidieron “liderar”, fue excluida, incluso despedida y de ahí nace su rencor. 
La entiendo porque yo también choqué con jerarquías en mis días de docencia, yo también presenté mi renuncia al no sentirme apoyada por una administración escolar débil, incoherente y poco solidaria. También salí agitando el puño en contra de comunidad y religión organizada, pero a diferencia de Lina Whisky, tuve la madurez de notar que ese pequeño incidente no representaba toda la grandeza y riqueza  que se esconde tras el término “cultura judía”. Y años más tarde cuando viví una experiencia similar en un instituto viñamarino que ya no existe, regentado por un católico libanes y una canadiense protestante, me di cuenta que en todas partes se cuecen habas.
Violante (la del medio) y alumnas,  en sus días de luchar contra "jerarquías" escolares

 Mi consejo a Doña Lina es que deje de darle al Whisky, que se tome un Armonyl y que tanto ella como otros tarados, a los que alguna vez algún judío les negó empleo o una judía le hizo huelga de piernas cruzadas (la única razón que convirtió a Henry Ford en un antisemita con mayúscula), no sigan propagando sus leyendas urbanas que tanto ayudan a fortalecer el antisemitismo ignorante que hoy florece en Chile. 

6 comentarios:

Luis Alberto dijo...

¿Acaso de lo único que se trata este blog es de defender a ultranza a cualquier judío?
En todo caso, siendo neutral frente a este tema, es bastante objetivo decir que, como partidario de la derecha chilena, los judios Hinzpeter, Lily Pérez y Monckeberg, ¡puchas que han dejado la cagada para las ideas de derecha, y puchas que se la han jugado por las de la izquierda!

Violante Cabral dijo...

Monckeberg no es judío.

Luis Alberto dijo...

Oh, eso lo cambia todo...

Anónimo dijo...

Admiro la cultura Judia y admiro la Torá. Quisiera que me dijeras cual es tu opinion de "ignorancia" sobre al antisionismo. Buen Blog.

Anónimo dijo...

Sabes por qué la gente detesta a los judíos, por la sensación amarga que deja su actuar dentro de la vida pública. Se comportan como unos cabrones, abusadores y aprovechadores. Algunos ejemplos históricos serían que fueron ellos los inventores del préstamo con interés usurero, también son los padres del capitalismo y del comunismo. Su aprovechamiento de la gente sólo era tranquilizado cuando la gente se unía y realizaba pogromos. Sus actuaciones más desastrosas en la realidad contemporánea podrían ser su comportamiento vergonzoso en contra del pueblo palestino, o la actuación de los principales ejecutivos (todos ellos judíos)en el diseño y desarrollo de la crisis subprime que afectó al pueblo de USA, y luego a todo el mundo. Al final del día te queda la sensación de que el actuar del judío deja un olor de rata muerta. no sabes bien dónde está ni su tamaño pero su actuar público casi siempre es reprochable.

Esteban dijo...

Felicitaciones por el blog. Leeré más entradas. Desde ya contarte que la familia Grass (al menos los judíos que se apellidan Grass) llegó a principios del S XX a tierras chilenas huyendo de lo pogromos en la Rusia Zarista y de prácticas tan lamentables como el cantonismo.

Sin comentarios el sujeto que comenta más arriba. A qué nivel puede caer la ignorancia humana hasta el punto de asegurar que los judíos inventaron la usura? Es como decir que los judíos crearon el cobro excesivo por la venta de un bien...en fin. Especialmente cuando en nuestro país los más grandes empresarios banqueros y dueños de casas comerciales que otorgan créditos son de origen árabe. Más aberrante resulta evidenciar que justifica las matanzas que ha sufrido el pueblo judío en la usura...absolutamente tarado. Han habido políticos judíos que valen la pena...Volodia Teitelboim, Angel Froimovich, Benjamín Teplizky, etc.