miércoles, 20 de agosto de 2008

Cortinas de humo y otros trucos gubernamentales

Los magos suelen hacer aparecer conejos de sus sombreros y ellos mismos se desaparecen tras cortinas de humo. Un viejo acto de prestidigitación al que echan manos los gobiernos universales cuando quieren ocultar sus falencias.

Los gobiernos palestinos (que no son lo mismo que el pueblo palestino) esconden su corrupción, fragmentación e ineptitud con el llantito de “Nous sommes les victimes de les victimes!” con el que saludaron representantes de Abbas a Elie Wiesel.

En el “Imperio” echan mano de escándalos faranduleros para ocultar la destrucción de una economía que hace quince años, Bill El Grande calificara como la "mas sólida del mundo”. Después de todo, dicen que los gringos sobrevivieron la Depresión yendo al cine, hoy se olvidarán de los problemas financieros viendo la última locura de Britney o el último crío de Brangelina.

En Inglaterra, en cambio, la cortina de humo de un mal gobierno es el crimen. Jack El Destripador vino a distraer la atención de los londinenses de la decadencia del final del periodo victoriano. Recientemente, el caso Madeleine preocupaba más a los ingleses que la impericia de los gobiernos laboristas. En Francia en cambio, se venda los ojos del público con los matrimonios y divorcios del Premier. “Los amores de Sarko”, ya suena a novela decadente.



No es coincidencia que sea el gobierno del Zapatero el que se esmere más en resucitar el fantasma del Caudillo y del franquismo. ¿Por qué no se hizo eso en el siglo XX tras la muerte de Franco? ¿Por qué no se hizo hace 10 años cuando Garzón andaba tan desempleado que se dedicó a intrusear en nuestros asuntos? ¿No será porque ahora está España “para la cagada”?

Es en el momento mas triste de la sociedad española, cuando su economía toca fondo, que hay que recordar “los cuentos tristes de las muertes de reyes” como las llamaba Shakespeare. Mas ese empeño en crear tiranos “larger-than-life” termina convirtiendo a Franco en un mito, una especie de Ricardo III, más soberano que este Rey Fantoche, que muestra la hilacha regalando a otros los obsequios que se le han dado de buena o mala fe, pero que regalos son. Y conste que soy monárquica, pero como diría el Capitán Alatriste, “hay reyes y reyes”.

En Chile también tenemos un Ricardo III, cuya triste muerte exaspera a sus enemigos, porque lo triste es que “El Ogro Tirano” murió en su cama, como Franco, tranquilo, rodeado de parientes y amigos. Muchos, y no solo a Izquierda, hubiesen deseado ver al Tata colgando de las patas, como chancho listo para el asado. Un final truculento como el de Il Duce en Piazza Loreto.

En fin, el muerto al hoyo y el vivo al bollo, pero cuando falta el bollo, la clase dirigente insiste en sacar a Mi General del hoyo y recordarnos que mal estaremos, pero podríamos estar peor. Tras la muerte de Pinochet, Villegas dijo “acabada a lluvia, ya no se necesita del paraguas”. Pero el gobierno siempre necesitará de ese paraguas o de una cortina de humo.

Como el gobierno es mal mago, intenta sacar del sombrero al fantasma de los Desaparecidos y termina creando tal cortina de gases que asfixia todas sus intención, ciega de rabia al pueblo y expone, mas que oculta, la mala gestión de un puñado de ávidos incompetentes que también tienen sus “desaparecidos”, como la Presidenta que cada vez que se la necesita “desaparece” o la plata de nuestros bolsillos que “desaparece” cada vez que sacamos la chauchera para pagar las cuentas o el pan cuyo costo sube a diario.

3 comentarios:

Ministro dijo...

Ricardo III debe ser procesado, por sus desmanes al fisco y los de sus secuaces...

Violante Cabral dijo...

Me imagino que por Ricardo III, te referiras al honorable ex presidente y futuro candidato presidencial. Son sus seguidores los que crean las cortinas de humo

Ministro dijo...

Ricardo Froilan Lagos Escobar