Palos porque bogas…El gobierno y el tsunami japonés

Desde el viernes que presencio escenarios surrealistas. Me pregunto cuál más singular. ¿Acaso  el que mientras se vivía un estado de alerta en la costa del Pacifico, desde  Arica hasta Puerto Montt, el resto de Chile se movía en un espacio paralelo y ajeno a la preocupación del sector costero? ¿Acaso que un tsunami en Japón pueda viajar al otro lado del mundo y provocar olas de varios metros que ocasionaron perdidas materiales desde Calama hasta Chiloé? ¿O fue quizás ver un gobierno en un par de horas desalojaba el litoral marítimo del país mas largo del mundo? ¿O el otro lado del espectro? Ver que prensa y Concerta ahora señalen al Gobierno por haber hecho lo que debía. Ya anoche, los lindos de Tolerancia Cero estaban picaneando a Rodrigo Hinzpeter como si fuera un toro de lid.

No tengo que decir que mi simpatía por Hinzpeter es escasa. Pueden leer todas mis críticas al Ministro del Interior en este mismo blog, pero muy cargante tiene que ser Matías del Rio para que anoche, yo me trasladara al campo “Hinzpeteriano” y me bajara lo que mis compañeras de colegio llamaban “El Síndrome de la Reina Ester”. Ya quería ver el cadalso para Haman y eso que falta una semana para  Purim. Me dejó chata ver al  Ministro del Interior  increpado tanto por Matías Del Rio como por Fernando Paulsen por el aprovechamiento mediático del impopular gobierno de Piñera de este suceso.

Joan Collins haciendo de Reina Ester

Es cierto que, como dijo Paulsen, es mucho más fácil maniobrar cuando se tienen casi doce horas para planificar, discutir y evacuar gente. Pero yo me pregunto si La Mami Bachelet también habría tomado esta medida y si las autoridades y la ciudadanía habrían actuado en concordancia. Todavía me asombra que se haya podido evacuar a tanta gente, incluyendo cárceles con todos sus presos y hospitales (como el de Quintero) con todos sus enfermos. Y no toda la gente fue evacuada simultáneamente.

Puerto Viejo después del oleaje

En Santa Clara donde se creyó que no llegaría el agua, 600 personas tuvieron que ser evacuadas de madrugada cuando la predicción resultó falsa. Y en Dichato, se habló de embarcaciones perdidas con tripulación y todo. Ósea siempre hubo el porfiadito que no hizo caso. Como el chistoso del gerente del Hotel San Martin aquí en Viña. Ya era de noche y no solo no evacuaba a sus clientes, además obligaba a los camareros a quedarse y servir la cena, ahí enfrente del mar. Por suerte, estos se amotinaron, llamaron a la policía y los pacos se llevaron al irresponsable y evacuaron el local.

Pero sucede que no todo Chile vive cerca del mar y ese otro Chile siguió su vida y sus asuntos sin enterarse y sin importarle.  No somos un país solidario y solo nos duele el incendio ajeno cuando nos quema las plumas. La mitad de Chile andaba más preocupado del ultimo escándalo de Raquelita Calderón Argandoña que de las 215 casas que el mar se llevó en Puerto Viejo o de la lancha que en Bio-Bio el mar trajo tierra adentro , cargó con un poste y dejó a cientos de personas sin luz. En Coliumo pasó algo parecido con las cañerías y no tendrán agua potable sino hasta abril. Y así dicen que el gobierno es cuático. En Algarrobo donde el mar no subió con el terremoto del año pasado, ahora el agua salada se llevó el embarque, y aquí cerca, en Puchuncavi, seis casas costeras quedaron inundadas.

Dichato bajo las olas

Pero para la Concertación y sus secuaces, esto no fue nada más que “un show mediático”.   Un tarado en la Tercera, viendo las fotos de las calles inundadas de Dichato, decía “esto es tongo de Piñera”. Y anoche Matías del Río (el “gusano tísico” como lo apoda cariñosamente Mi Ma) acusaba a Hinzpeter y al gobierno de abusar de la comparación con el desastre del año pasado. Es que fue un desastre, no el terremoto, sino el comportamiento indeciso de las autoridades, que incluso en el extranjero fue criticado. Por un lado, el terremoto nos agarró a todos volando bajo, por otro es innegable que faltó liderazgo tanto de la Onemi como de Blanca Gordis y sus 7 ministros, que no sabían que hacer, donde ir, que culpaban a la FACH, a los vidrios que pisó la Presi, al San Canuto, lo importante era culpar a otro.

La lancha del "tongo piñerista" (Foto de La Tercera)

Y luego hubo otras mariconeria. Ese temor ancestral a sacar a los milicos a la calle, por parte de gente que odia al Ejército. Preferían ver saqueos y anarquías porque eso es lo de ellos. Y vamos, si ese mismo gobierno, años antes, se desconcertaba y se encerraba a debatir minucias como qué tipo de entierro darle al Tata, ¿iban a tener las gónadas, y la cabeza fría que se necesitan para decidir que hacer ante una catástrofe natural de esa magnitud?

Pero la prensa y la Concerta dicen que Piñera y su corte ahora estuvieron mal, hicieron mal, son unos alharacos aprovechados. Anoche me daba grima ese panel,  las sutilezas, más pisada de elefante, de Matías del Rio y las miradas de inquisidor de Paulsen. Villegas se hacia el de las chacras y el coso ése que pasa por derechista, permanecía cabizbajo, dibujando monitos en un papel.

Simpático panel de Toleracia 0

Fue un espectáculo muy irritante, sobre todo porque el Ministro del Interior se defendió mal de la acusación de Del Rio de que los piñeristas estaban “picados”, comenzó a sulfurarse que era precisamente lo que su interlocutor quería puesto que el periodista cambió la táctica pasando a hipócritas tretas de apaciguamiento. “Ministro, parece que está enojado”. Me desarma que tanto defiendan la integridad del gobierno “anterior” como si fuese desacato encontrar defectos a la gestión Bacheletista, cuando se limpian el poto con el Gobierno Militar.

Rodrigo Honzpeter

Por otro lado, me irrita cuando habiendo tanto que criticarle a Piñera se fijen en nimiedades y no le reconozcan nada bueno. Hay sangre en el ojo ahí. Voy a contarles una anécdota que lo ilustra muy bien. Hace un mes, vinieron a visitarme unos amigos con su niño de diez años. Hablábamos del Festival. Alguien preguntó si el Presidente había bajado a la Quinta Vergara. El niño, que hasta entonces había permanecido en silencio, exclamó: “¿Ese? Si ni fue a ver a los mineros”. Me quedé p’adentro. Si hay algo que se la ha criticado a Piñera fue  su presencia omnipresente durante la Épica de los 33. Lo ha criticado la Derecha, lo ha criticado hasta Miguel Bose.

Miré al niño y le dije “Mi amor, pero si lo que más hizo El Presidente fue estar presente.” Me porfió que no, que Tatán “ni siquiera había recibido a los mineros al salir de la mina”. Me quedé estupefacta. Sé bien que sus padres  no militan ni cerca de la "Dereshia Piñerista", pero habiendo tanto que criticarle al mandatario ¿ya le inculcan al niño mentiras?

Con lo dicho no estoy un haciendo un panegírico del gobierno ni de Hinzpeter. Este blog, como su dueña, no se casa con nadie. Pero anoche ese odio tan ciego de la prensa “progre”, que además en Chile es un odio partidista (¡y por Hinzpeter que se saca fotos con el retrato del Chicho!), me provocó un vergonzoso deseo de jugar el “race card” a lo Obama, o al menos convertirme en Súper Mossad Woman y entrar a rescatar al Ministro.