viernes, 25 de junio de 2010

De burkas y otras cosas de mujeres



Siempre he dicho que hay tres espacios donde los machos no deben meter la nariz: la sala de partos, la cocina y el guardarropa femenino. Es por culpa de modistos y diseñadores que se han creado falsas imágenes de belleza femenina y que confunden a las mujeres con expectativas irreales sobre sus cuerpos. Ahora veo con estupor que no sólo los modistos se involucran en lo que debe usar o no una mujer, se les agregan los legisladores "progres" y las legisladoras feministas (que al final terminan siendo más machistas que los talibanes). Me refiero a la lucha que se está dando en Occidente, y específicamente en España, por prohibir el burka y otras prendas propias de mujeres musulmanas.

Comienzo exponiendo tres postulados:
1. El burka esclaviza a las mujeres.
2. Ninguna de las esposas del Profeta usó un burka y no hay ninguna ley islámica de que las mujeres tienen que andar enfundadas en sacos negros.
3. Es un peligro para la sociedad tener gente tan tapada que sea imposible identificarlas

De estos postulados se puede derivar el siguiente silogismo: todos esos trapos son trampas machistas, armas opresoras y antisociales, y deberían abolirse.
No necesariamente.

Es cierto que las mujeres de Mahoma ni conocían estas prendas tan complejas, pero también es cierto que las mujeres bíblicas, las romanas paganas y las cristianas medievales se cubrían con mantos o velos para protegerse del clima, del polvo del camino, o para resguardar su intimidad. Bajo un velo, una mujer puede ser anónima, y puede poseer un poquito de privacidad en un mundo donde la intimidad se ha vuelto un lujo. ¿Cuántas veces me he tapado la cabeza antes de ir a la peluquería para que no se vea que no me lave el pelo o que ando con más cachirulos que Doña Florinda? Por eso comprendo que haya mujeres que se nieguen a andar con las mechas al aire o exhibir sus cuerpos. Un burka esconde rollos de grasas, pechugas caídas, cuerpos sin lavar y cabezas despeinadas.

Más en serio, el velo integral preserva el anonimato de mujeres que no desean ser reconocidas porque en eso les va la vida. Leía sobre una marroquí que al ser entrevistada decía que tapada no la reconocerían fanáticos fundamentalistas que luego querrían matarla por atreverse a aparecer en televisión. O sea, el velo sigue siendo una protección para muchas mujeres. Antes que vetar velos, habría que vetar lo que obliga a las mujeres a esconderse bajo sus ropas.

Todas las grandes religiones son patriarcales, pero también todas dan espacio a un gran abstracto llamado “el sacro principio femenino”. Cuando elementos machistas pisotean ese principio es que se desencadenan en el Islam distorsiones dogmáticas como la obligación de disfrazar a las mujeres con una prenda inventada por una tribu afgana que siquiera era musulmana. Pero con esa devoción tan en boga hoy en día que es la fe en los medios, también aparece en la Sociedad Occidental la distorsión de desnudar a las mujeres hasta del vello capilar y decirles no sólo como deben vestirse sino también como andar más piluchitas para placer de libidinosos y libidinosas.

Vivimos en un Occidente que busca revelarlo todo, esconder nada. Incluso nuestros cuerpos deben estar expuestos como señal de una mal llamada libertad. Existe un prurito libertario de enseñar el cuerpo, al punto que se ve la ropa como una forma de censura. Se olvida que la ropa es una manera de proteger nuestra anatomía y se llega al extremo más grotesco. No basta con empelotarse, además hay que erradicar todo el vello del cuerpo. Una razón por la que la pornografía dejó de interesarme fue que me daba asco ver hombres sin vello, parecen cabros chicos o pollos recién salidos del cascarón. En un mundo que le gustaría hasta quitarse el pellejo, incomoda que haya gente que se tape, en vez de enseñar lo que ahora es propiedad de todos.

Por eso es peligroso sentar un precedente legal sobre lo que se puede poner sobre la cabeza de las mujeres. Porque esta guerra abarca esa mortaja llamada "burka" y también a sus hermanas, el niqab, elvelo, el manto, la bufanda. Y al final todas estas medidas terminan cargando contra la gran enemiga de los progres, la manifestación religiosa.

Como están en día las leyes que, más que prevenir y proteger, promueven la desmesura, puede que si se destierra el velo integral, luego vengan medidas contra otras prendas. Así las judías ortodoxas no podrán usar sombrero ni peluca, las monjas no podrán cubrirse con tocas, las gitanas con pañuelo y no se podrá llevar mantilla a los toros ni a las romerías. Ah pero se me olvida, pronto no habrá toros, y hace tiempo que Zapatero quiere abolir romerías y procesiones.

Es cierto que para muchas fundamentalistas usar un velo o alguna cobertura capilar es una declaración ideológica. ¿Pero entonces por que no se les prohíbe a los hombres ponerse keffyehs? Los energúmenos que trataron de linchar a unos israelíes en una unversidad madrileña hace unas semanas llevaban keffyehs en el cuello, y bien recuerdo a Zapatero dejándose fotografiar con ese trapo en el cogote. Tal vez deberían obligar a Zapatero a usar burka. El sí merece ser reprimido.

2 comentarios:

Blanch dijo...

Recuerdo hace unos mese que tenía precisamente una discusión con un amigo respecto a este tema.

En mi opinión, cada chica tiene el derecho a vestirse como quiera. La vestimenta forma parte de nuestra libertad a expresarnos, y en este caso el burka es para algunas mujeres parte de su identidad religiosa, la cual nadie tendría por qué prohibir.

Mi amigo argumentaba que es peligroso dejar suelta a una persona a quien no se le puede identificar fácilmente. Yo digo que el hecho de que lleven un burka no significa que vayan a cometer un delito.

Con respecto a que se trata de una prenda que oprime a la mujer, ya lo decía una musulmana:

"Soy divorciada con dos hijos, vivo sola y mi padre hace tiempo que murió. Así que a mi nadie me puede decir que me están obligando a usar el burka".

Si quieres usar esa prenda ¿qué de malo hay? Malo cuando te obligan a usarla sin tu consentimiento... o te prohíben hacerlo cuando quieres usarla.

Violante Cabral dijo...

Hay burkas mentales más peligrosos y los cargamos las mujeres en Occidente.
El burka como imposición masculina es reprehensible, pero si una mujer desde niña vive en una cultura de mujeres tapadas, entiendo su incomodidad y vergüenza al tener que descubrirse ante extraños.
Y el cuento de que gente que se esconde tras una máscara puede ser peligrosa… Yo todavía no sé que cara tienen realmente Lady Gaga y Marilyn Manson. Ni hablar del Santo ni del Comandante Marcos.