sábado, 11 de diciembre de 2010

Gobiernos incompetentes, ciudadanos desamparados: Ni el Príncipe se salva


Las últimas semanas han sido todo un espectáculo de incompetencia gubernamental alrededor del mundo. En pleno siglo XXI, los ciudadanos estamos a meced de hackers revolucionarios, catástrofes naturales, delincuencia virtual y catervas de gentuza que, por servir oscuros intereses, pone en peligro al peatón y al navegador neutral. Al final, más felices son los Dayak de Borneo a los que protegen sus hechiceros y jefes tribales. Uno se pregunta para que se gasta tanto en Occidente en campañas políticas si nuestros dirigentes siguen siendo tan inútiles.

Espantosa y desconsoladora como fue la masacre en la Catedral de Bagdad, era algo previsible. Los cristianos ya no pueden vivir en el mundo islámico. Obviamente, los gobiernos de esos países no son capaces, ni quieren protegerlos. Más o menos como está ocurriendo en Europa en que las autoridades se muestran incapaces de proteger a grupos étnicos y minorías de la agresividad del colectivo islámico. Ya vimos que Frits Bolkestein aconseja la emigración de los judíos ortodoxos de Holanda.

No voy a hablar del incendio en la Cárcel San Miguel, porque ese tipo de tragedias ocurren en sistemas carcelarios hacinados y donde en un motín pagan santos y pecadores. Pero si me impresionó la  magnitud del incendio forestal cerca de Haifa. Sin querer ser eco de los comentarios de juedeofobos en conocidos diarios chilenos, efectivamente es pasmoso que un país tan adelantado en armamentos, comunicaciones y salud, lo agarre tan desprevenido un incendio causado, como suelen ocurrir estos siniestros, por negligencia humana.

Sin embargo, como todos hemos descubierto en este año de catástrofes, ningún gobierno está realmente preparado para enfrentar erupciones, terremotos, tsunamis, aludes e incendios. Las fuerzas telúricas siempre nos agarran volado bajo. Lo que  es inexcusable es que  información clasificada, militar y diplomática, pudiera ser tan fácilmente robada, vendida y expuesta gracias a  un soldadito degradado y rencoroso, un australiano displicente metido a anarquista que usa condones de mala calidad ,y un puñado de periódicos oportunistas y sin ética.

Me exaspera que esa mentalidad “yanqui go home” de ciertos países hispano parlantes les hagan ver con regocijo una tragedia que a la larga nos va a afectar a todos. Aun más deprimente es ver que Julian Assange tiene más ayudantes que Santa Claus. Todos dispuestos a entablar guerra cibernética en contra de gente inocente, con un animo revanchista que solo los muy idiotas (y vaya que los hay) pueden elogiar. Esos mocosos que se han metido a desarticular sitios de Visa y Master Card nos demuestran lo frágiles que son los espacios virtuales donde colocamos datos cruciales para nuestras finanzas.

Los perpetradores de este delito cibernético dicen cínicamente que se trata de un acto “simbólico” y que no pretenden hacerse de las cuentas de nadie. Eso es hoy, pero ya mañana encontrarán alguna excusa para robarnos o hacer desbarajustes con nuestro dinero. Como vemos ni aparatos de seguridad gubernamental ni  instituciones a las que confiamos nuestro dinero son capaces de protegerse, mucho menos protegerán a su pueblo y clientela.

Cuando se deje de alabar a Assange y sus elfos como si fueran las huestes de Espartaco, o se deje de reír de cómo a USA lo agarraron con los pantalones abajo, la gente se dará cuenta de lo frágiles que son las redes virtuales, los niveles peligrosos que ha alcanzado la divulgación de información, y lo grave que es que nuestra seguridad, nuestras finanzas y nuestra privacidad estén al alcance de desconocidos sin escrúpulos.

Por último, quería hablar del ataque del que fue objeto la limosina que transportaba al Príncipe de Gales, y a su esposa, la Duquesa de Cornualles. Mucho se ha hablado de la incompetencia de Scotland Yard que permitió que el heredero al trono  circulara en medio de esa muchedumbre anárquica. La excusa de la policía es que la turba estaba tan esparcida por Londres que no hubo manera de evitar ese peligroso encuentro. Es por eso que la pareja real quedó a merced de protestantes que al reconocerles se fueron sobre ellos arrojándoles no solo huevos, sino botellas, bombas de pintura, atacando el auto dejándolo seriamente abollado y rompiendo un vidrio que supuestamente era anti-balas.

Nuevamente, vemos que aún la gente más encumbrada está la mercede de autoridades impotentes y multitudes irracionales. Se dice que tuvieron suerte, porque otros grupos cargaban bidones de petróleo y ya nos imaginamos lo que pudo ocurrir. Para mi no hay nada mas criminal que el populacho enardecido y solo las medidas mas vigorosas y severas pueden lidiar con esa masa.

Me conmovió el gesto de Camila de estirar su mano  buscando el amparo del marido y como él la hizo tenderse en el suelo del vehículo. Me pareció admirable la flema del Príncipe y la actitud valiente de ambos de continuar hasta el evento donde se dirigían y portarse como verdadera realeza, menospreciando públicamente el peligro pasado, pero eso no borra lo ocurrido ni sus connotaciones. Las autoridades no pueden evitar que ocurran disturbios, no pueden evitar que estos se magnifiquen hasta paralizar una capital como Londres y no pueden proteger a su Príncipe. ¿Entonces para qué están?

De pronto, Europa ha vuelto al Medievo. Se persigue a los grupos étnicos, hay invasión sarracena, jacqueries urbanas, jefes de gobierno débiles y corruptos, epidemias, y todo tipo de oscuros demonios invisibles que trastocan  suerte y vida de sus ciudadanos mas inocentes.  En la Era medieval la Iglesia perseguía a las brujas. Hoy brujas feministas y sus amariconados  acólitos, persiguen al clero y toda forma de religión, menos la que reza mirando hacia La Meca. 

Pero en La Edad delas Tinieblas la gente encontró una solución llamada  “feudalismo”. En vez de obedecer a reyes irresolutos y distantes, los más desamparados se convirtieron en siervos de señores feudales que, a cambio de un derecho de pernada y otro par de favores, los albergaba en su castillo cuando las cosas se ponían de color de hormiga. Yo estoy esperando(ojo, no dije deseando) ya que se imponga un nuevo  sistema feudal y aparezcan cabecillas que ofrezcan protección mafiosa, pero protección al fin.

1 comentario:

Javier Bazán Aguirre dijo...

Me causa risa los comentarios de Piñera sobre la delincuencia como asimismo, las palabras del ministro de Justicia hablando de dignidad, derechos humanos, mientras le niegan el indulto a viejos con cáncer.