Hace unas semanas, el gobierno estaba de fiesta, La Señora Presidenta recibía delegaciones y develaba monumentos ¡Qué rico saber que en Chile se celebra algo!
Lamentablemente, no se celebraba el fin de la inflación, la baja del desempleo o una solución mágica para el problema del TranSantiago. No señores, se celebraba un centenario. El cumpleaños numero 100 de Salvador Isabelino Allende Gossens. ¡Feliz cumpleaños Chicho! Los que creemos en la vida eterna te sabemos celebrándolo en alguna parte. ¿Dónde? Solo D-s y tú lo saben.
No voy a malgastar estas páginas discutiendo meritos y falencias de un gobierno que viví en carne propia. Lo que me pareció prodigioso fue como La Presidenta y su corte celebraba con las caras llenas de risa, cuando usualmente le conocemos expresiones sombrías y amurradas.
Me pareció prodigioso que Mi Gorda Bella tuviese tiempo y paciencia para dedicarlo a estas ceremonias cuando el país gime por un minuto de su atención. Es como su defensa de las ballenas. Conste que me importa mucho la existencia de los cetáceos, pero me parece ilógico hacer tanto alarde por la protección de una especie foránea cuando no tuvo tiempo para organizar la evacuación de los animalitos "chilensis” que quedaron amarrados y expuestos a la inanición y a la furia de la naturaleza en Chaitén.
A la Dra. Bachelet y a su gente le importan más las ballenas y los cumpleaños de los muertos que los vivos que día a día sufren, sea por deudas, hambre, por enfermedad, por el crimen o por el mal transporte.
En estos días en que se recordaba a quien una vez escogió una salida fácil antes que enfrentar el Estadio Nacional, Villa Grimaldi, La Isla Dawson o el exilio como tuvieron que hacerlo muchos de los que creyeron en el, los Neo-Nazis marcharon por Santiago. En el camino se encontrarón con unos Anti-Fascistas (que quizás regresaban del cumpleaños del Chicho) y, haciendo hincapié en ese amor que nos tenemos los chilenos, se agarraron de las mechas.
La Intendenta de Santiago vino corriendo a decir que ella no había dado permiso para tal marcha. ¿De cuando acá en Chile se pide permiso para protestar? Aquí protestamos todos, que nos hagan caso es otra cosa. ¿Acaso los gobiernos de la Concertación no se esmeran en decirnos que la “cultura de la protesta” es parte de la democracia?
Democracia. En democracia se eligió al Chicho y en democracia los chilenos protestan. En Chile, los cabros chicos marchan y rompen la vía pública, los profesores abandonan las aulas y los enfermeros los hospitales para protestar, y los camioneros se van a paro.
Esto último alarmó a elementos antiguos de la Concertación que de pronto tuvieron un momento de “Deja Vu”. Si hay marchas de Ollas Vacías al otro lado de la frontera, pronto tendremos cacerolazos aquí. Y que los camioneros se paren nos devuelve al ’72, año en que gobernaba el festejado. Se recuerda el viejo mito de que en 1972 a los camioneros los mantenía la CIA.
¿Pasará lo mismo hoy? No creo. A la CIA le importa más encontrar a Osama o neutralizar al Chavo de Venezuela. En Chile, no los necesitamos. Nos podemos auto-cagar solitos, y lo hacemos cada vez que vamos a las urnas.
Es peligroso recordar a Allende en días de cólera, días de protesta, días de descontento social, días de olla vacías. Quizás se despierte algo con tanto recuerdo. Quizás el reloj despertador despierte a la Derecha de su eterna siesta o a las autoridades de su larga “caña” o recuerde a la Democracia Cristiana que es “cristiana”. O despierte fuerzas más peligrosas que, como el volcán de Chaitén, creíamos muertas. Nada está realmente muerto en Chile, ni el Chicho al que se le resucita para celebrarle sus 100 años.
1 comentario:
Existia una Cancion n los 70's de un grupo democrata cristiano llamado DESUPELOTE y una cancion que le dedicaron llamada "Y eso que se llama Salvador"
El Chichón es parte del pasado, pero esta casta de políticos lo reviven para tapar sus ineptitudes..
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